La cantidad de urea almacenada supera en exceso la demanda, por tanto, la planta de Bulo Bulo se mantiene paralizada hasta que se encuentre nuevos compradores, informó ayer el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Herland Soliz.

Sin dar detalles de cuánta urea no tiene compradores, dijo que no hay dónde almacenar el producto, por esa razón no tiene sentido poner en marcha la planta de Urea y Amoniaco para seguir produciendo sin destino final.

Sobre el motivo por el que no se está vendiendo el producto a los mercados naturales, dijo que recibió la instrucción de la presidenta Jeanine Añez de cancelar contratos que suponen daño económico al Estado, como el de la venta a una empresa cubana, que pagaba un precio muy bajo, lo que suponía un largo periodo de recuperación de la inversión.

Recordó que en su mensaje a la nación, el miércoles, Añez puso a la planta de urea como un ejemplo de los casos de corrupción en los que incurrió el Gobierno del expresidente Evo Morales, pues por una decisión política fue implementada lejos de sus mercados naturales y con el añadido de que se necesitaba invertir en una vía férrea para trasladar el producto.

Soliz añadió que la producción hidrocarburífera es de 54 millones de metros cúbicos diarios (no los 60 que informaba el anterior Gobierno) cumpliendo con el mercado interno y con los envíos máximos acordados por contrato con Argentina y Brasil. 

Entregar combustible a la planta de urea para que produzca sin un precio óptimo de venta no es conveniente, es mejor destinar el gas natural a la exportación, apuntó.

No informó cuántos contratos observados hay ni cuál es el monto de la pérdida ocasionada al Estado.

El Gobierno de Morales reportó ventas a Brasil, Argentina y Paraguay entre 2018 y 2019. En la rendición inicial de cuentas del año pasado, YPFB se fijó como meta comercializar, tanto al mercado interno como externo, un volumen de 545 mil toneladas de urea, por las cuales estimaba recibir más de 145.4 millones de dólares. 

La planta de Bulo Bulo fue inaugurada en septiembre de 2017 y demandó una inversión de 953 millones de dólares. El Gobierno del MAS afirmó que la producción anual de la factoría sería de 650 mil toneladas, con las que el país podría cubrir la demanda regional, entonces atendida por la producción de Argentina y Brasil.