El Servicio Departamental de Salud (SEDES) hizo conocer hoy martes el “Plan de Contingencia Contra el Virus de la Viruela del Mono” ante la alerta sanitaria que rige en Bolivia y el análisis de casos sospechosos en la Llajta.

El jefe de Epidemiología del SEDES, Rubén Castillo, informó que la iniciativa departamental fue aprobada el 5 de agosto y que cuenta con cinco pilares.

El primero consiste en la coordinación entre la Gobernación y los gobiernos municipales; el segundo, en el diagnostico oportuno que ahora se realiza en un plazo de 72 horas; el tercero, en la vigilancia y control epidemiológico que rige en coordinación con las redes de salud y los hospitales del departamento; el cuarto, en la atención y seguimiento de los casos; y el quinto, en la prevención.

CONTAGIO

La secretaria de Salud de la Gobernación, Daysi Rocabado, recordó a la población que la viruela símica también es viral, razón por la cual instó a seguir utilizando el barbijo como medida de bioseguridad.

“Tenemos que seguir utilizando el barbijo, cubriendo la nariz y la boca por tratarse también de una enfermedad viral que puede ser transmitida a través de las gotas de la saliva, el contacto físico y también a través de las relaciones sexuales”, enfatizó.

Rocabado alertó que las grandes concentraciones pueden generar brotes de ambas enfermedades: la viruela del mono y COVID-19.

Castillo, por su parte, indicó que la enfermedad zoonótica tiene diferentes vías de infección, entre ellas, el contacto directo con una persona infectada y los fluidos. Los estudios mundiales afirman que su transmisión incluso es aérea.

“Por eso tenemos que seguir utilizando los barbijos como medio de protección o de bioseguridad”, explicó la autoridad de salud.

Sobre el tiempo de su desarrollo, Castillo explicó que infección se cursa en un período de 7 a 24 días, dependiendo del tipo de contacto y la carga viral.

Entretanto, la incubación de la enfermedad ocurre en 12 y 15 días. En este tiempo, la persona manifiesta los primeros síntomas: erupciones cutáneas en la piel que pasan de ser manchas, las cuales se convierten en ampollas, que luego se llenan de pus y terminan reventando para convertirse en úlceras. “Eso deja un estigma de aproximadamente entre 35 a 40 días posterior al cuadro clínico”, detalló la autoridad del Sedes. Afecta la cara, extremidades, palmas y plantas de los pies, palmas de las manos.