Las lluvias de las últimas jornadas fueron esenciales para que no sea apenas una sensación: la vida diversa, con sus matices y colores, ha vuelto al espejo de agua de Coña Coña.

La laguna representa uno de los espacios naturales más importantes de Cochabamba debido al bioclima que genera, de acuerdo con el ingeniero ambiental Rodrigo Meruvia, quien entiende que la belleza que exhibe ahora Coña Coña es consecuencia de las precipitaciones pluviales,  pues el agua descendió mediante los canales que alimentan el vaso regulador y ello derivó en el cambio del ecosistema en unos días.

Sin embargo, esto es “cíclico”. “Al ser una recarga de agua de lluvia, es cíclica. Solo (sucede) en temporadas en las que tenemos precipitaciones en el valle”, sentencia. “La recarga del vaso es esencial. No solo pasa por el tema recreativo, sino por lo productivo y de consumo”.

Una de las propuestas electorales del alcalde Manfred Reyes Villa consistió en crear allí una playa turquesa, con arena y área para bañistas. Carlos Carrasco, quien fungió como secretario de Planificación y Medio Ambiente al inicio de la gestión, confía en su materialización. No obstante, el principal obstáculo es la inversión. “Creían que ese proyecto era inviable porque tendríamos que cambiar el sentido técnico del vaso regulador para el rebalse de la laguna, y eso no era cierto”, expresa.

Meruvia, por su parte, considera que las lluvias actuales podrán permitir la recuperación de especies de aves que ya se habían perdido.

Este medio intentó contactar con el actual director de Medio Ambiente del municipio, Elvis Gutiérrez, pero no hubo contacto.