La ampliación de dos kilómetros de la avenida Reducto implicó el derribo de al menos un centenar de árboles que serán suplidos por otros 700 cuya tonalidad girará en torno al color de la bandera boliviana.

El director de Madre Tierra de la Alcaldía de Tiquipaya, Aurelio Ayala, informó que los árboles que cayeron eran, en su mayoría, eucaliptos. 

No obstante, la licencia ambiental contempla una reposición en esa vía que conecta con el kilómetro nueve de la Blanco Galindo.

El objetivo es que, en un promedio de 5 a 10 años, esa vía esté flanqueada por especies del color de la bandera: rojo, amarillo y verde.

El tramo, que está a la altura de una embutidora, ya fue intervenido. Plantaron chillijchis, pajarilla y llamarada de fuego. Ayala explicó que de todas esas especies brotan flores rojas que le darán la tonalidad deseada.

A partir de la avenida Santa Cruz, que es perpendicular al Reducto, prevén la plantación de árboles que florezcan en tono amarillo, como tajibos y tipas. No obstante, ese trabajo aún está pendiente, debido a que están construyendo cordones de vía.

Finalmente, desde la calle Rumi Chaka hasta el canal de riego, se pondrán árboles que se mantienen verdes, como sauces, dijo Ayala.

El objetivo es que en máximo 10 años la vía se constituya en un atractivo turístico.

TRABAJOS

Mencionó que el pasado fin de semana plantaron árboles como llamarada de fuego, limones y pacay, entre otros. Este proceso fue respaldado por un colectivo de 30 ciclistas.

Los técnicos de la Municipalidad apoyaron la reforestación para que las horadaciones sean “buenas” y que la tierra sea mezclada con compost “para dar alimentación a las plantas”.

Usaron plantas “de buen tamaño”, que tienen de tres a cinco años de vida, para que alcancen el tamaño deseado pronto.

Actualmente, al menos el 50% de la cifra prevista de árboles fue plantada por la Alcaldía de Tiquipaya, es decir, 350 plantas.

HISTORIA

La ampliación de la avenida Reducto fue desde Montecillo hasta Cuatro Esquinas. Ese tramo alcanza al menos dos kilómetros.

Antes de la intervención, esa vía estaba revestida de árboles centenarios.

Ahora, las nuevas plantas están en proceso de crecimiento y la Alcaldía instó a las personas que viven cerca que las cuiden. “Los vecinos tendrían que tener la responsabilidad de echarle agüita para garantizar que se prendan”.

En tramos en los que no hay habitantes, se prevé que cisternas de la Alcaldía rieguen los árboles al menos dos veces al mes.