La coordinadora del área urbana del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), Escarlet Torrico, opina que los comités de vigilancia no pueden ser la única instancia del control social. "Para la gente no es suficiente participar en la definición de ¿qué vamos a hacer con 30 mil o 40 mil bolivianos que le toca este año a mi organización territorial de base? La gente quiere una participación real en términos de tomar decisiones importantes sobre rumbo político, sobre el modelo económico", argumenta Torrico.

Es sobre este tema que se cuestiona a los comités de vigilancia, debido a que no existe acceso verdadero de todas las personas a la participación, evaluación de los recursos y políticas públicas. 

Judith Marca, Coordinadora de la Red de Participación y Control Social (Red PCCS), opina que el problema de los comités está más acentuado en las áreas urbanas. "El Comité de Vigilancia tiene su validez, pero no es la única instancia. Se debe buscar que se estructure de otra manera el control social para una mayor participación", afirma Marca.

Plantea crear consejos de participación y control social conformados por diversos sectores y organizaciones sociales. En esta perspectiva, es coherente la demanda de modificar los comités de vigilancia, pues no puede ser que 14 representantes de distrito representen a toda una población", agrega Marca. Abrir espacios de diálogo y debate para la gestión de recursos públicos que escapen de las estructuras de vecinales es la base para un nuevo organismo de control social.