La laguna Quenamari acoge al menos dos variedades de aves, a pesar de que está a unas semanas de evaporarse.

Considerando que esa es una laguna de rebalse, no siempre está llena. Ahora, a pesar del clima adverso (invierno) y los asentamientos humanos, Quenamari es un atractivo visual al sur de la ciudad porque el agua abunda.

El director de Medioambiente de la Alcaldía de Cochabamba, Elvis Gutiérrez, dijo que actualmente en la zona se avistan garzas y gallinas de agua.

Las aves acuden a la zona para alimentarse o nadar, pero no anidan ahí, sobre todo, por la presión social.

Como hay propiedades invadiendo ese espejo de agua, la presencia de humanos las ahuyenta. Además, se ven amenazadas por animales domésticos que quieren cazarlas, como perros.

Gutiérrez dijo que las garzas y gallinas de agua hacen sus nidos en la laguna Alalay o la Tamborada. Esta decisión de las aves se debe, también, a que Quenamari dejará de tener agua dentro de unas semanas.

La autoridad alertó que los vecinos están rellenando de tierra ese espacio, reduciendo cada vez más el vaso de agua.

La Dirección de Medioambiente de la Alcaldía quiere frenar esta situación declarando a Quenamari como área protegida, un cometido que ya data de tres años.

Gutiérrez explicó que el Concejo Municipal analizará en breve esta declaratoria y, si da curso, se emitirán recomendaciones para preservar ese espacio.

Por su lado, la Subalcaldía correspondiente está haciendo un relevamiento de datos sobre los asentamientos humanos.