Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 31 de marzo de 2023
  • Actualizado 22:22

COINCIDEN DOS AUTORIDADES Y FUNCIONARIOS MUNICIPALES

No se puede controlar el peso por falta de balanzas calibradas

Muchas personas son víctimas de engaño durante la compra de alimentos y productos, debido a que algunas comerciantes manipulan los diferentes instrumentos de medición.
El guardia municipal Jilmar Flores en pleno control. NOÈ PORTUGAL
El guardia municipal Jilmar Flores en pleno control. NOÈ PORTUGAL
No se puede controlar el peso por falta de balanzas calibradas

“Lo voy a pesar”, le dice con la intención de persuadirla, en caso de que quiera venderle menos del peso acordado. "Puedes hacerlo dónde quieras, es más de medio kilo", responde la mujer acomodada con su canastillo de frutas en el pasillo central del pasaje Aldunate. 

Ella, dándole un voto de confianza, agarra la bolsa de cerezas y continúa su paso. No obstante, al sentirla un tanto liviana, pide a la dueña de uno de los puestos de pollo —que, por lo general, vende peso exacto y tiene una balanza más moderna— que verifique su compra…le faltan 200 gramos. Sin dudar, retorna donde la vendedora y le reclama. Esta, con actitud agresiva, opta por quitarle la fruta de las manos y devolverle el dinero, no sin antes decirle "tanto lío por tres cerezas".

Así como el caso de esta señora, deben haber muchos otros en los diferentes mercados, si es que los compradores se animan a controlar el peso por su cuenta. Es probable que la mayoría ni siquiera se entera que le vendieron menos, porque no se atreven a hacerlo —por miedo a que la próxima vez que vaya al mismo puesto no le quiera vender— o porque no hay una balanza pública donde acudir.

En un recorrido por los mercados Calatayud Sur y Norte, y San Antonio se constató la inexistencia de balanzas municipales, y en el 25 de Mayo, si bien hay una, esta se encuentra dentro de un reducido cuarto de la comisaría y tampoco está calibrada.

Esta deficiencia es reconocida por el jefe de Defensa al Consumidor, Enrique Viscarra, y el director de la Guardia Municipal, Wilson Rocha, ambos de la Alcaldía de Cercado. 

Mientras que el primero explica que no se ha repuesto las balanzas que cumplieron su ciclo hace algunos años, por razones económicas; el segundo denuncia dejadez del anterior intendente en esta problemática, y anuncia que la actual autoridad de su departición tiene proyectado comprar balanzas para ocho centros de abasto (Pampa Norte y Sur, Calatayud Norte y Sur, América, 25 de Mayo, Cruce Taquiña y San Antonio). También dijo que se comprarán patrones de peso para controlar las balanzas de las vendedoras. 

Hasta que estos dos anuncios se conviertan en realidad, las dos autoridades municipales aseguran que reforzarán el control de las básculas, ya que muchas las manipulan a su favor.

El siguiente paso es firmar un convenio con Ibmetro para que calibre las nuevas balanzas y las de las vendedoras.

Trucos para distorsionar la medición en básculas

El jefe de Defensa al Consumidor de la Alcaldía de Cercado, Enrique Viscarra, explica cuáles son los trucos más utilizados para manipular las balanzas analógicas o digitales.

Léalos con calma para estar más atento la próxima vez que compre algo.

 1. Las balanzas tipo reloj, como la de la foto, están “calibradas” cuando la aguja marca cero con el plato de metal colocado en su lugar. 

Para modificarlo hacen lo siguiente: sacan el plato, y mueven manualmente el perno que regula la calibración hasta el punto cero. Entonces, la vendedora coloca el producto que está vendiendo en la bandeja que esta fuera de la balanza y luego la pesa. 

Al hacerlo, la medición incluye el peso del plato. Osea, venden menos de lo que cobran.

 2. Las balanzas digitales parecen más confiables, pero también hay formas de trucarlos. La más común es colocar un imán en una zona no visible. 

Al estar el plato vacío y fuera de su atracción magnética, la pantalla muestra peso cero, pero, al colocar el producto sobre la superficie entra en acción el imán y suma varios gramos adicionales.

Otra técnica es desnivelar una de las patas de la báscula; esto genera variantes en el peso.