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  • Diario Digital | lunes, 18 de marzo de 2024
  • Actualizado 23:27

Proyecto de construcción del nuevo crematorio da 91 días de plazo a la obra

El precio referencial es de 2.294.000 bolivianos y el documento publicado por la Secretaría de Infraestructura y la Dirección de Contrataciones señala que será por contratación directa. No establece fecha de inicio de la obra.

Proyecto de construcción del nuevo crematorio da 91 días de plazo a la obra

El Proyecto para la construcción de un segundo horno crematorio para el Cementerio General establece 91 días de plazo para la obra y un precio referencial de más de 2.294.000 bolivianos, según el documento publicado en el sitio web de la Alcaldía de Quillacollo. Ante el incremento de muertes por COVID-19, el crematorio colapsó hace más de 15 días y hace una semana, con mantenimiento intensivo, volvió a incinerar tres cuerpos por día en lugar de dos.

La gratuidad de la cremación fue aprobada en abril por el Concejo Municipal junto a la modificación presupuestaria para la adquisición del nuevo horno, es por eso que una resolución emitida el viernes pasado conmina al Alcalde de Cochabamba a informar detalladamente, en un plazo no mayor a cinco días calendario y bajo responsabilidad administrativa, sobre el proceso de contratación, las especificaciones técnicas, cronograma de ejecución de los recursos aprobados y la capacidad del nuevo horno.

El documento del proyecto señala que será una contratación directa, pero no especifica fecha de inicio de la obra. El objetivo es incrementar la capacidad del actual horno que resulta insuficiente ante la emergencia de normativas expresas que indican cremar todo cadáver producto del fallecimiento por COVID-19.

Respecto al alcance, se estima que el nuevo crematorio pueda incinerar ocho cadáveres al día para resolver la previsible necesidad de una mayor demanda del servicio.

Por su carácter de obra de construcción prioritaria, no presenta mayores estudios de complejidad técnica que deban considerarse en el estudio.

PROTESTA Un féretro quedó en espera de atención ayer por la mañana y se suspendió por un breve lapso el servicio debido a la protesta de los trabajadores que anunciaron una huelga exigiendo que se les hagan pruebas COVID-19 luego del fallecimiento de uno de sus compañeros a causa del virus. Además, exigían la dotación de equipos de protección personal.

El trabajador falleció el domingo en su domicilio y aunque aún no se conoce el motivo de la muerte, el hecho alertó a los demás funcionarios.

Al mediodía de ayer, el administrador del cementerio, Benedicto Gonzales, dijo que el servicio ya se había restituido después de que se hizo revisión médica a 15 trabajadores, para hoy está previsto evaluar a los otros 15 restantes. Personal del municipio llegó hasta el lugar para hacer desinfección interna y externa.

También informó que el secretario de Gobernabilidad, Edwin Paredes, se presentó junto al personal de fumigación y habría manifestado que el nuevo horno se implementaría desde la próxima semana. Este medio quiso comunicarse con el funcionario para tener detalles del proyecto, pero no atendió la llamada.

El administrador del Cementerio General, Benito Gonzales, explicó que las cremaciones fueron postergadas. “Por lo menos de un cuerpo. Será reprogramado. Esperemos que para la cremación del segundo fallecido ya esté todo solucionado”.

El domingo 28 de junio falleció en su domicilio uno de los trabajadores del cementerio y aunque el motivo de su muerte está “en estudio”, sus compañeros  declararon en estado de emergencia sientiéndose vulnerables y desprotegidos ante la enfermedad.

El responsable de la administración del cementerio dijo que la muerte de un trabajador ha despertado el temor y susceptibilidad en los trabajadores quienes han exigido la prueba rápida.

Agregó que como medida de prevención, la Alcaldía ya realiza la fumigación de todo el cementerio y zonas aledañas. “Hay que esperar que termine la fumigación y luego se retomará las actividad normal”.

Señaló que el trabajador enfermó hace 15 días y su certificado no especifica el motivo de la muerte, pero que los que trabajan al interior piden que les practiquen exámenes de laboratorio.

Respecto al féretro en la puerta esperando entierro dijo: “Se trata de una señora de Yacuiba, pero no estaba programado y se fue hasta la Administración sin hacer el trámite”.

Cuarenta personas trabajaban en el Cementerio, sin embargo por la emergencia sanitaria ahora solo prestan servicio 20.