El miedo ante la figura de contraer el nuevo coronavirus es el factor en común en la sociedad. La cantidad de casos positivos en Bolivia supera los 440 y ya fallecieron 29 personas producto de esta cepa viral.

Según la Encuesta de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE), la cantidad de ciudadanos que viven en edificios o condominios en Cochabamba alcanzó el 4.7% en 2018. En ese sentido, la idea de los copropietarios o inquilinos que habitan en departamentos se centra en la duda de cómo reaccionar si alguno de los vecinos resulta portador de la enfermedad.

Pues bien, existen ciertas medidas que se deben tomar en cuenta, aunque es elemental mantener la calma y no dejarse envolver por los pensamientos negativos.

El sitio digital La Tercera abordó la temática. El médico Luis Herrada dejó en claro que el contagio del COVID-19 se da mediante el contacto físico estrecho. Es decir, cuando el infectado se encuentra a una distancia menor al metro. Otra manera de adquirir la dolencia es cuando se cohabita abiertamente con el portador. Así, los muros de las viviendas deberían ser suficientes para que no se propague el coronavirus, considerando el aislamiento inmediato del paciente en su casa.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando el inquilino positivo transita algún espacio común del edificio? 
Para comenzar, la persona contagiada debe cumplir un “doble aislamiento” en su casa, cuidando que sus familiares mantengan distancia.
Como segundo elemento, todas las áreas comunes tales como el ascensor, patio, sala y baños deben permanecer desinfectadas. La contratación de una empresa fumigadora ayuda en el proceso de eliminar agentes nocivos. “Previo a efectuar la desinfección de los lugares, se debe ejecutar un proceso de limpieza de superficies mediante la remoción de materia orgánica e inorgánica, con la ayuda de detergentes, enjuagando posteriormente con agua para eliminar la suciedad por arrastre”, sugiere La Tercera.

Otro aspecto importante a considerar es la higiene antes y después de salir del departamento. Esto, en caso necesario de tener que botar la basura o realizar alguna compra. Los habitantes deben lavarse las manos con agua y jabón previamente al egreso, pues esto evitará que se contaminen las superficies de las áreas comunes.

Al retornar a casa, los copropietarios o inquilinos tienen que cumplir el protocolo que usualmente se adoptó, incluso, en las casas. Esto es, no tocar paredes, quitarse los calzados y dejarlos en la entrada, sobre un trapo con agua y lavandina. Luego, dirigirse a un espacio único para desvestirse, poner a lavar la ropa usada, desinfectar los productos que se hayan comprado y, por último, ducharse. 

Es importante evitar transitar por las áreas comunes, más aún cuando estas se encuentran ya con gente. 
La utilización de una máscara de acetato es útil.

Una recomendación que brinda el infectólogo Javier Tinoco es que la comunidad elija  “encargados para realizar las compras”, según cita La 
Tercera. En Bolivia, esto iría sujeto a los permisos de salida. 

El personal del edificio tiene que contar con los elementos de seguridad necesarios tales como pechera, guantes: resistentes e impermeables de manga larga.

En cuanto a los residuos, aquellos que resulten de la limpieza y desinfección, tienen que ser puestos en doble bolsa.

En caso de que el ascensor se encuentre ocupado, dispense del servicio y opten por las escaleras, sin tocas las barandas. 

Por último, es recomendable no difundir la identidad de la persona que se vio infectada. De esta forma se evitará la estigmatización.