El gerente general de la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), Alejandro Gallardo, informó que se prevé que la planta de fertilizantes granulados NPK, que se instala en Cochabamba, inicie operaciones dentro de un año; además, resaltó que se priorizará en mercado nacional.

Gallardo participó este sábado del programa ‘Voces de la Llajta’

El contrato para su edificación fue firmado el 9 de julio por la EBIH y la empresa Sur Energy SRL. La planta será construida en menos de 12 meses el Parque Industrial Santiváñez.

Gallardo expresó que empieza la etapa más importante con la ejecución del proyecto.

“En menos de un año estaríamos inaugurando esta planta y comercializando estos importantes productos, que actualmente se están importando a precios más elevados, debido a diferentes situaciones a nivel mundial que existe en cuanto a la producción de fertilizantes”, sostuvo.

En el mundo los “más grandes” productores de fertilizantes son Rusia y Ucrania, pero como ambos actualmente tienen conflictos bélicos, los precios de estos insumos para el agro se incrementaron.

Gallardo explicó que esta planta de fertilizantes granulados generará fertilizantes NPK en sus diferentes formulaciones. Los NPK contienen los tres macronutrientes: nitrógeno que se obtendrá a través de la planta de urea y amoníaco que está en Bulo Bulo, en el Trópico de Cochabamba; el potasio de la planta de yacimientos del lito boliviano en el Salar de Uyuni; y el fósforo que se obtendrá de la roca fosfórica de Capinota, también en Cochabamba.

Así se podrá obtener un fertilizante óptimo de acuerdo a cada clase de cultivo y suelo.

El Gerente General de la EBIH expresó que la prioridad será el mercado nacional. Se estima que abastecerá cerca del 100 % de la demanda del mercado interno con una producción estimada de 60 mil toneladas año.

Además, los efectos multiplicadores serán importantes. Detalló que el proyecto generará empleo directo para 110 personas y unos 2 mil indirectos, considerando una cadena en la que participarán proveedores del sector minero, transporte, distribuidores de productos agrícolas, y los productores agrícolas.

En la planta trabajarán ingenieros de laboratorio en las líneas de producción, además de personal operativo.

Se prevé que la planta genere anualmente un ingreso de 40 millones de dólares desde el 2023. Este proyecto tiene una inversión total de 62 millones de bolivianos.