A poco más de un mes de gestión, los siete municipios del eje metropolitano de Cochabamba han caracterizado sus primeros días con ocho herramientas para frenar los contagios: trabajo comunitario, leyes de contingencia, regalo de plantas medicinales, remdesivir gratuito, brigadas para detectar casos positivos, plantas de oxígeno, operativos nocturnos de control en la vía pública y, claro está, habilitar espacios para la vacunación contra la COVID-19.

Tiquipaya sanciona a los infractores de las medidas de bioseguridad con trabajo comunitario.  Los ciudadanos cumplen con el castigo. Lo mismo analiza concretar el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, en Cercado.

Quillacollo y Cochabamba viabilizaron leyes de contingencia, mientras que en Sacaba y Vinto las autoridades máximas regalan hierbas con propiedades medicinales a los ciudadanos. “Estamos contentos de que la población apoye el consumo de medicinas tradicionales, es por tal razón,  que el alcalde Pedro Gutiérrez entregó plantas medicinales para luchar contra la COVID-19”, se lee en un post de la fan page sacabeña.

La vacunación masiva está en marcha con dosis proporcionadas por el Ministerio de Salud y los operativos para clausurar negocios que no cumplan con las restricciones se dan diariamente en los siete municipios.