Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

Municipio analiza protocolos para reapertura de actividades nocturnas

El 10 de marzo, los dueños de locales nocturnos de la zona norte de Cochabamba presentaron un memorial a la Alcaldía para que autorice su apertura en fin de semana.
Intervienen fiesta clandestina en discoteca reincidente "Azabache" en la zona norte. INTENDENCIA MUNICIPAL
Intervienen fiesta clandestina en discoteca reincidente "Azabache" en la zona norte. INTENDENCIA MUNICIPAL
Municipio analiza protocolos para reapertura de actividades nocturnas

El intendente municipal, Fernando Vargas, informó este miércoles que se realiza el análisis para la reapertura de ls actividades nocturnas, en base a las últimas restricciones emitidas por la Gobernación.

"Estamos trabajando de manera conjunta con este sector para elaborar una normativa de bioseguridad a través de protocolos que sean expuestos ante las autoridades. Es la Gobernación la que tiene que emitir un decreto para que estas actividades puedan tener sus horarios respectivos", manifestó.

Indicó que el protocolo de bioseguridad presentado en primera instancia por los representantes de este sector es visto con buenos ojos, toda vez que se indica y especifica el uso de sensores de calor, distintos equipos de desinfección, espacios ventilados, hisopeado nasal y personal vacunado contra el coronavirus.

"Es un tipo de trabajo conjunto y lo único que falta es que van a hacer una representación ante el Gobernador en el próximo COED para tener una norma específica para las actividades nocturnas", agregó.

El 10 de marzo, los dueños de locales nocturnos de la zona norte de Cochabamba presentaron un memorial a la Alcaldía para que autorice su apertura en fin de semana. El mismo no fue admitido, para posteriormente dar paso al inicio de la tercera ola de la pandemia de la COVID-19, cuyo aumento en la cifra de contagios fue registrado en abril, llegando a su punto más álgido en mayo.

Actualmente, solo los restaurantes cuentan con autorización para la atención al público, únicamente al 50% de su capacidad y bajo estrictos protocolos de bioseguridad.