Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 10:22

Molina: Por odio me buscaban y casi secuestran a mi hijo

La autoridad en el Órgano Legislativo Municipal dice que se resguardó en Argentina. Denuncia que sufrió persecución y que hubo complicidad de los medios de comunicación. 
Rocío Molina en diálogo con OPINIÓN, ayer. DICO SOLÍS
Rocío Molina en diálogo con OPINIÓN, ayer. DICO SOLÍS
Molina: Por odio me buscaban y casi secuestran a mi hijo

Sigue llamando “presidente” a Evo Morales. Relata que tuvo que salir huyendo del país porque se había desatado una ola de odio, violencia y persecución contra ella y otros líderes políticos del Movimiento Al Socialismo, MAS. Afirma que durante los conflictos, tras las elecciones generales del 20 de octubre, muchas personas al no encontrarla a ella atacaron la casa de sus padres y hasta intentaron secuestrar a su hijo del colegio.

Desde octubre hasta noviembre dos grupos se enfrentaron en Bolivia: los que defendieron a Evo Morales y quienes denunciaron fraude electoral y exigían su renuncia. El número de muertos llegó a 36.

Rocío Molina Travesí fue periodista y es una de las representantes más visibles del MAS en Cochabamba a cuyo partido se sumó en 2015. Fue elegida concejal por el partido del gobernante Morales, líder de los productores de coca del Trópico.

En abril de 2018, denunció al alcalde José María Leyes (Demócratas) por presunto sobreprecio e irregularidades en la compra de mochilas escolares. Hoy, Leyes cumple detención domiciliaria.

Molina señala que en los enfrentamientos sufrieron ataques. “La agresión a mis padres, a mis hijos y a mí misma me llevó a ir a Buenos Aires, Argentina. Pidió licencia en el Concejo. Retornó a Cochabamba, reasumió el cargo y siente que nada ha cambiado porque, el martes, un grupo de una plataforma ciudadana llegó hasta las instalaciones municipales para exigirle su renuncia.

Cuenta a OPINIÓN cómo fue su salida del país, su reencuentro con Evo Morales en Argentina, su retorno y futuro político.

P. ¿Qué ha sucedido con Rocío Molina tras estallar el conflicto social en el país, en noviembre del año pasado?

R. Todos los bolivianos hemos vivido momentos muy difíciles. Más aún, los compañeros del Movimiento Al Socialismo que sufrieron una masacre en Senkata (La Paz) y Huayllani (Cochabamba). Hay que honrar a los muertos y personas que aún se están recuperando de sus heridas en esos brutales enfrentamientos.

Uno de los blancos fuimos las autoridades o candidatos del MAS. Hubo una campaña muy despiadada de persecución y amedrentamiento que ha contado con la complicidad de los medios de comunicación. Esta campaña ha generado terrorismo psicológico. Se concretó la quema de las casas de los compañeros.  En mi caso, como no podían encontrar mi vivienda -porque tomé previsiones para que no sea identificada-, agredieron de manera deplorable la morada de mis padres. 

Hubo permanentes agresiones a mis hijos y a toda mi familia. Por esa situación me vi obligada a dejar el Concejo. Como todos saben, presenté mi licencia y habilité a mi suplente.

Las reacciones de odio y violencia eran muy fuertes en contra mío y de mi familia. Obviamente tuve que ponerme a buen recaudo. Salí con mis hijos a Buenos Aires y gracias a esa familia que tengo allá pude curar mis heridas psicológicas y emocionales.

Uno de mis hijos estuvo a punto de ser secuestrado.

Nos buscaban porque como políticos asumimos compromiso con el pueblo y creemos que esas manifestaciones de odio han sido muy injustas y crueles. Obviamente han respondido a una estrategia.

Me fui de Bolivia el 20 de noviembre. permanecí en Argentina hasta el 18 de diciembre. En ese lapso de tiempo llegó el presidente Evo Morales y me convocaron para una reunión. Es ahí que salgo en la fotografía (imagen que se difundió en redes sociales). 

 Volví al Concejo el 2 de enero y sentí que hay resabios de odio. 

P. ¿Cómo fue la agresión a la casa de sus papás? ¿Hay idea de quiénes pudieron ser los agresores?

R. Cómo podíamos identificar a la gente en ese momento. Me acuerdo que circularon listas negras en las que yo estaba, igual que el exgobernador Iván Canelas, el actual rector de la UMSS (Juan Ríos), el alcalde Sacaba. Eran listas negras al propio estilo del fascismo. Los agresores   peregrinaban por las viviendas acosando, agrediendo, insultando, botando piedras. Díganme cómo puede uno quedarse así. No habían policías. Los medios de comunicación nos dieron la espalda. Lo único que había que hacer era resguardar a la familia.  

P. ¿Cómo fue el intento de secuestro de su hijo?

R. Era grande la desesperación de querer encontrarme, de querer agredirme como a la Alcaldesa de Vinto. Uno piensa cualquier cosa.

Los que me buscaban han ido a preguntar al colegio de mi hijo, consultaban a la gente que me acompañaba en la campaña. Querían saber dónde estaba.

Quiero remarcar que no me declaro víctima. Hubo  muchas personas que sufrieron más que yo.

P. ¿Esas personas que intentaron secuestrar a su hijo estaban en un taxi?

R. No le puedo dar detalles, no hay la confianza ni las garantías de seguridad. No existen en este momento las libertades tanto de expresión. Le pido que no entremos en detalles.

“Iniciaré acciones legales”

P. Pese a todo lo que le pasó, usted decidió retornar a la política. En estos últimos días tuvo un incidente con un activista que le exigía su renuncia.

R. Sí. He decidido retornar porque es lo que corresponde. Tengo compromiso con Cochabamba y con la democracia ahora tan manipulada. Soy autoridad electa y tengo que cumplir mi mandato. He vuelto como concejal desde el 2 de enero y lamentablemente ayer (por martes) hemos comprobado que pervive ese odio e intolerancia que nos impide decir que vivimos en una democracia. Estas personas que piden mi renuncia caen en un delito tipificado en nuestro país. Me hacen graves acusaciones a mí ya  la concejal Celima Torrico (MAS). Aseguran  que soy asesina y corrupta. 

Eso no se puede permitir. Voy a iniciar acciones legales contra las personas identificadas. Voy a pedir garantías tanto a la presidenta del Concejo Municipal y a la Policía. Enviaré una denuncia al alto comisionado de Naciones Unidas ante el CIDH para hacer prevalecer mis derechos. Si el Estado no las hace prevalecer hay que buscar las vías internacionales para que conste la violencia.

“Los medios de prensa son cómplices”

P. Usted dice que los de los medios de comunicación son cómplices. ¿A qué se refiere?

R. Hay que retroceder en el tiempo desde el 10 de noviembre cuando estaban masacrando en Senkata (en El Alto de La Paz), cuando había la masacre aquí en Huayllani (Sacaba, en Cochabamba). Los medios de comunicación dieron la espalda a la cobertura empañada por el miedo, por las amenazas, por los amedrentamientos. 

Como periodista me da mucha pena que el periodismo se someta a sesgar la información. El temor era tan grande que no permitían dar opción al otro y no poder mirar lo que estaba sucediendo realmente en las calles.

“Es momento de apostar por líderes jóvenes”

P. ¿Usted ha dejado su futuro político en manos del MAS?

R. Son momentos en los que nuestros compañeros de las organizaciones sociales, de las diferentes fuerzas tienen que tomar protagonismo. Los jóvenes por supuesto. Voy a cumplir como concejala, pero no tengo ninguna ambición de asumir una candidatura.  

P. Pero ¿si la nombran candidata, aceptaría?

R. No puedo manejar sobre supuestos. No he conversado con nadie, pero repito, es momento de los jóvenes y luchadores de las organizaciones.

P. Desde la óptica de Rocío Molina, ¿a quién ve como potencial candidato a presidente?

R. Me pone en conflictos. Somos disciplinados y la selección de candidatos es un proceso interno y se manejan varios nombres. Cada uno de esos nombres representan un gran liderazgo y grandes apoyos.

 Esoy en ese proceso de construcción de líderes como Andrónico (Rodríguez), de Luis Arce (Catacora), de Adriana Salvatierra. Son jóvenes que han aportado muchísimo. Es bien difícil elegir ante semejantes historias de vida.