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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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DESPUÉS DE DESPARASITARLOS Y VACUNARLOS, LOS COBIJA EN SU HOGAR

Médico alberga a 32 perros, varios rescatados de la basura

Fernando Copa, además de los canes recuperados, tiene también en su vivienda 15 gatos que fueron recogidos de la calle. Ahora ellos forman parte de su familia grande.
Parte de las mascotas que viven en la vivienda de Fernando Copa.     FERNANDO COPA
Parte de las mascotas que viven en la vivienda de Fernando Copa. FERNANDO COPA
Médico alberga a 32 perros, varios rescatados de la basura

Rosa, Chico, Mamucha, Alicia, Cucaracha, Pecas y Chicoca son algunas de las mascotas que han tenido la fortuna de ser halladas, providencialmente, por el médico Fernando Copa, quien las ha rescatado de una muerte inminente. Los canes de diferentes edades, enfermos y macilentos en muchos casos, habían sido desechados por sus dueños, porque ya no los querían mantener.

Fernando alberga actualmente en su casa a 32 perros de diferentes razas y edades y a 15 gatos, la mayor parte de ellos rescatados de la basura o de canales de agua.

Muchas de estas mascotas han sido, según su experiencia, desechadas por personas indolentes que los tienen en sus hogares solo cuando son cachorros, pero a medida que crecen y demandan más comida, los irresponsables acuden al expediente más fácil, abandonarlos en las calles.

Varios de los cachorros que rescató Fernando, con ayuda de sus hijos José, Luis e Israel, han sido encontrados en estado “lamentable”, enfermos con parásitos y con las costillas visibles por falta de comida.

El médico señala que dos de las mascotas que alberga en su vivienda de la zona de Santa Rosa, en el municipio de Colcapirhua, ya llevan con él al menos 15 años.

La primera mascota que rescató fue cuando salió a comer con sus hijos y en el local se les acercó una perrita famélica, de la cual se encariñaron y hasta el día de hoy vive con ellos.

Después de darle comida, hace ya 15 años, la familia se fue hasta la vivienda que tenían en un condominio, pero la mascota se dio modos para ingresar hasta la puerta de su departamento, pese a que los guardias de seguridad no dejan ingresar a ningún animal. A ella le pusieron el nombre de Cucaracha.

A varios de los animales los rescató en el municipio de Colcapirhua, por la zona de Santa Rosa, y a otros cerca de la avenida Blanco Galindo, a punto de ser atropellados por los vehículos que circulan por esa vía.

Asimismo, rescatan a mascotas moribundas, que han sido atropelladas o maltratadas en extremo, y si fallecen pese a los cuidados que puedan prodigarles, se encargan de darles sepultura.

NOMBRES Cuando Fernando y sus hijos rescatan a los animalitos, les colocan nombres, de acuerdo a la ocasión. Recuerda, por ejemplo, el caso de una “perrita” que se encontraba botada en medio de la basura en la zona de Santa Rosa, moribunda.

Tras rescatarla y llevarla al veterinario, se percataron de que la mascota se encontraba preñada, por lo que tuvieron que extremar cuidados en este caso en particular.

Esta mascota, a la cual llamaron Rosa, tuvo una camada de cuatro cachorros.

Lamentablemente, a decir de Fernando, los dueños de los animales los desechan cuando se cansan de ellos, en la calle, en medio de la basura y, lo peor, enfermos, en algunos casos a punto de morir.

En una ocasión, por ejemplo, encontraron a cinco cachorros amarrados a una bolsa. De ese entonces ya han transcurrido casi 10 años y a cuatro de ellos los adoptaron. Solo uno permanece en el hogar de Fernando.

Cuando encontraron a estas mascotas les pusieron los nombres de Chico, Chica, Chicoco y Chicoca.

Apenas rescatan a una mascota, lo primero que hacen Fernando y sus hijos es darles un buen baño, porque están con parásitos como pulgas y garrapatas.

Después, de rigor, además de hacerles un corte de pelo, les llevan a un médico veterinario para que evalúe el estado de salud de los animalitos.

En algunos casos rescatan a “perritos” atropellados, otros que tienen miasis, con heridas de diferente gravedad o con daños en las patas.

En una oportunidad rescataron a una perrita, a la cual luego llamaron Mamucha, cuando sus dueños la estaban colgando del cuello para terminar con su vida. 

Mamucha es actualmente parte de la gran familia canina que vive con Fernando y sus hijos, parte de ellos en su casa de Santa Rosa y otra parte en una vivienda por el kilómetro seis.

Fernando señala que algunos de sus vecinos se sienten incómodos por la presencia de estas mascotas, porque alguna vez provocan ruido, pero él está convencido de que albergarlos en su hogar es mejor opción a simplemente dejarlos en las calles, con el riesgo de que mueran de hambre o enfermedades. “Dejarlos en esa situación sería más indolente aún” Señala.

El médico agrega que como seres racionales “debemos conmovernos por la situación de abandono de estas mascotas” y, en consecuencia, tratar de ayudar en la medida de las posibilidades de cada uno.

“Si somos indolentes con un animal, no tenemos ningún tipo de sentimientos, incluso con los prójimos”, afirma.

GATOS Fernando y sus hijos rescatan también a gatos. Actualmente tienen 15 de ellos en su casa. En los últimos días rescataron a una gata, llamada hamburguesa, que parió cinco gatitos, con lo que la familia de félidos aumentó a 15.

Para los gatos utilizan la misma hermenéutica que para los cachorros. Tratamiento con el veterinario y compran croquetas en bolsas para su alimentación.

TRES LUSTROS La labor de rescatar mascotas de las calles comenzó en la familia de Fernando Copa hace al menos 16 años. Es su altruismo lo que les impulsa a realizar esta labor y no reciben ayuda de ningún lado, “es un acto de amor y comprensión para los animalitos”.

Cuando se enferman las mascotas, recurre a un médico veterinario, quien hace una atención integral de salud.

En cuanto a la alimentación, si bien no sabe con precisión cuánto invierte, compra, por lo general, entre cinco y seis quintales de arrocillo para unos cuatro meses, además de galletas (croquetas).

Él y sus hijos aportan el dinero para comprar estos alimentos, además de pagar la atención veterinaria cuando se requiere.

Una recompensa que reciben de las mascotas es su incondicional afecto.

ANÉCDOTAS En la zona de Santa Rosa existe un canal de agua y en una oportunidad les avisaron que había un perrito que aullaba por las noches. Cuando fueron al lugar, encontraron a una perrita ciega, que no podía salir. Afortunadamente, el canal no tenía agua, porque, caso contrario, otro habría sido el destino de esa mascota.

Uno de sus hijos le colocó el nombre de Alicia.

Su hijo José rescató a otra mascota en la avenida Blanco Galindo en medio de una fuerte lluvia. Estaba llena de lodo, no se veía su rostro. Cuando llegó a su casa, lo primero que hicieron fue limpiar sus ojos y la llamaron pecas.

Fernando, finalmente, llama a la reflexión a las personas que no cuidan a sus mascotas y les exhorta a que aprovechen su vida, que es corta, para ayudar no solo a sus congéneres, sino también a los animales.