La pandemia frenó las actividades productivas de más de medio centenar de viveristas de Quillacollo, Cercado y Colcapirhua.

El presidente de la Asociación de Viveristas, Alejandro Saavedra, dijo que los viveros están en receso desde marzo. “Ya no hemos salido por la enfermedad”.

A esta situación se suma que una helada provocada hace un mes quemó el 15% de la producción. Ese entonces, la Alcaldía de Quillacollo les ayudó con urea, pero, en adelante, no recibieron ningún incentivo más.

Hubo daños a variedades frutales, hornamentales, cactus, rosas, carnívoras, entre otras.

Si bien la flexibilización de la cuarentena está reactivando parcialmente el sector, Saavedra dijo que aún hay temor de contagiarse.

Algunos viveristas, tomando todos los recaudos para no contagiarse, proveen de plantas a Quillacollo y Cercado. 

Otros envían cactus “bien desinfectados” a La Paz y Santa Cruz.

PROYECCIÓN

Saavedra proyectó que el sector se reactivará íntegramente El Día del Árbol, en octubre, entonces saldrán a la puerta del estadio de Quillacollo a vender plantas. 

Congregarán a más de 50 personas las que integran la organización.