Cochabambina exitosa en Virginia

Maribel, de mesera a empresaria que atendió a Trump

Maribel Meruvia en su oficina MMP Staffing Services, en la ciudad de Virginia. GENTILEZA: MARIBEL MERUVIA
La boliviana ayuda económicamente a instituciones vallunas como el asilo San José y comedor de Cala Cala.

 La cochabambina Maribel Meruvia Pérez se fue a Estados Unidos el 4 de marzo de 1994 (con 17 años) por temas personales, por esas cosas de la vida, se quedó a trabajar y se casó con el norteamericano Alvin Butler Jr. con quien tiene una hija Dayana. Vive en Virginia hace 26 años y es una boliviana “brillante”.

Hoy es propietaria de la empresa MMP Staffing Services y tiene más de 7.000 empleados. Realizó las cenas de gala para los últimos cuatro presidentes que tuvo Estados Unidos.

“Nosotros hicimos las cenas inaugurales de los presidentes como Bill Clinton, George Bush, Barack Obama y Donald Trump. Entre otros acontecimientos grandes que realizamos son las cenas de gala para las Fuerzas Armadas, grupos de Republicanos, Demócratas y para el 29 de febrero haremos un evento para los judíos con presencia de 80 mil personas”, dijo Meruvia en contacto telefónico.

La empresa MMP tiene un instituto con cursos de capacitación para atención al cliente, y un restaurante que provee comida americana, italiana, caribeña y latinoamericana, incluida la boliviana. Además ofrece el servicio para fiestas de cumpleaños, matrimonios, 15 años, entre otros y el servicio que catering para todo tipo de eventos.

La cochabambina explicó que en siete años de funcionamiento, se extendió y  también atiende en las ciudades de Washington D. C y Maryland.

“Ahora nos llamaron de Nueva York y Miami, pero no quiero aceptar esos contratos porque no tengo una base de personal en esas ciudades. En este momento nos caracteriza la calidad de servicio que ofrecemos, pero si crecemos y nuestro personal no incrementa, la calidad puede bajar y eso nos restaría contratos. Quiero evitar que nuestra reputación caiga”.

Los acontecimientos que atiende se realizan en el Centro de Convenciones Walter Right con capacidad para 90 mil personas.

Entre sus objetivos está crecer como empresa y consolidarse en todas las ciudades de Estados Unidos, “con calidad de servicio al cliente”. 

“Todo lo que logré es gracias a Dios incluso tengo la posibilidad de ayudar económicamente a instituciones cochabambinas sin fines de lucro como el Asilo de Ancianos San José, el comedor de Cala Cala y la Casa del Niño ubicada en el municipio de Tiquipaya”.

Pero, no todo fue éxito para Maribel. Dejó sus estudios en cuarto medio (Promo) del colegio Alcides Argüedas en 1994. Cuando llegó a los Estados Unidos “pagó derecho de piso” y tuvo que trabajar donde pudo para lograr algún ingreso económico. Ella recuerda con mucha emoción los primeros pasos en un país extraño y con gente desconocida.

“Mi primer trabajo fue moldear joyas en Boston, luego me fui a Maryland y trabajé en McDonal's (por la mañana), Rock and Roller (por la tarde). También trabajé como niñera, cuidando casas, cajera en un súpermercado, y tuve la posibilidad de terminar mis estudios de bachillerato en Estados Unidos”.

La idea de crear una empresa nació un fin de semana cuando una amiga le dijo “si quería ganar dinero haciendo horas extras” en una cena de gala para las Fuerzas Armadas para casi 60 mil personas.

“Aproveché la oportunidad y conocí al dueño que realizaba los contratos, me acerqué y le dije: estoy comenzando a trabajar y me gustaría seguir como una mesera”.

Él me respondió que me esperaba la siguiente semana. Le propuse llevar algunas amigas para trabajar y ganar dinero extra, él aceptó y llevé a tres personas.

“La subsiguiente semana llevé 10 y con el pasar de los días el personal fue creciendo. En menos de un mes ya éramos 50 empleados”.

Al dueño le llamó la atención que Maribel hable inglés y castellano, por ese motivo, le pidió que le ayude con el departamento de Recursos Humanos y luego como su administradora.

“Con el pasar de los años el dueño se hizo mayor y superaba los 70 años. Fue perdiendo sus clientes y una persona me dijo porqué no abres tu propio negocio. Yo pensé, eso implica tener un seguro, registro de funcionamiento de la ciudad y el condado, sin embargo. Tuve el empuje para seguir en esta labor que fue creciendo hasta consolidarnos”.

IMPONE SU CULTURA Maribel al ser boliviana lleva en su sangre la cultura y danzas propias de su natal Bolivia.

Cada mes de septiembre, en Virginia se realiza el “Festival Boliviano”, donde su esposo e hija bailan junto a ella la morenada con los trajes típicos que resaltan por su brillo y colorido tradicional.

En esta actividad cultural también participan otros residentes bolivianos con otras danzas como caporales, tobas, tinkus y otros.

“Se asemeja al Carnaval de Oruro, pero en pequeñito”, dijo la valluna.