La ejecución de al menos media docena de tareas en dos cuencas del Parque Nacional Tunari permitió que, en mediano plazo, la recarga hídrica de ambas incremente en 170 millones de litros de agua al año.

La Fundación Agrecol Andes impulsó un proceso de movilización social para recuperar la capacidad de recarga hídrica de las cuencas Collpa y Keraya, ubicadas en el municipio de Vinto (Parque Nacional Tunari).

Implementaron seis estrategias: tres campañas de reforestación, protegieron los sitios con vegetación nativa, construyeron zanjas de infiltración de lluvia, implementaron sistemas agroforestales, impartieron prácticas agroecológicas en parcelas familiares y desarrollaron sistemas de micro riego para hacer un uso más eficiente del agua.

Con estas actividades lograron que esos dos ecosistemas incrementen en 170 millones de litros de agua por año, en un mediano plazo.

 IMPORTANCIA 

Las áreas de recarga hídrica, ubicadas en las cuencas hidrográficas como Collpa y Keraya, son “fabricas naturales del agua” por eso es importante que estén en condiciones óptimas, de acuerdo con información compartida por Agrecol Andes.

Cuando esas cuencas tienen amplia cobertura vegetal y arbórea cumplen la función natural de captar, infiltrar, almacenar y distribuir el agua de lluvia, alimentando superficial y subterráneamente diferentes fuentes: lagos, lagunas, vertientes, ríos y pozos, desde donde el agua está disponible para el consumo humano, animal, riego y la industria.

Las áreas de recarga hídrica ubicadas en la vertiente sur del Parque Nacional Tunari, por ejemplo, cumplen funciones ambientales de provisión de agua para la región metropolitana de Cochabamba.

 SITUACIÓN

No obstante, actualmente estas cuencas del Parque Nacional Tunari se encuentran descuidadas, deforestadas, incendiadas, degradadas y erosionadas. Esto provoca que la función de recarga hídrica sea cada vez menor, en términos de volumen y también en calidad.

Agrecol Andes remarcó que el problema de la falta de líquido elemento en Cochabamba no se encuentra solo en la parte baja de las cuencas, donde se realiza su consumo masivo, sino, sobre todo, en la parte alta, donde se completa el ciclo del agua.

“Por tanto, es más efectivo trabajar en su restauración y protección, de otro modo no habrá infraestructura que funcione, derecho humano que se garantice o producción agrícola, si no hay agua”.

Añadió que es urgente implementar acciones colectivas sociales, técnicas y legales en favor de la restauración, protección y conservación de estas áreas, así como de las diferentes fuentes de agua, “de no hacerlo, la crisis del agua se irá acentuando cada vez, así como los conflictos sociales y ambientales asociados”.