José María Leyes presentó su renuncia irrevocable como Alcalde de Cochabamba. Lo hizo a tempranas horas de esta jornada, acompañado del asesor general del municipio, Edwin Paredes, presentando primero dicho documento en ventanilla del Concejo Municipal.

A poco más de un mes de la posesión de nuevas autoridades electas y de que Manfred Reyes Villa asuma como su sucesor en el despacho edil, Leyes tomó la decisión de dimitir al cargo, tras ser revocada la resolución que lo restituyó como burgomaestre del municipio.

"Por respeto a la institucionalidad, la ley, la constitución y al voto del pueblo y mis principios cristianos es que he tomado la decisión de presentar mi renuncia irrevocable al cargo de Alcalde de Cochabamba, ya ha sido presentada al Concejo y en minutos será presentada a la Corte Electoral", indicó en conferencia de prensa esta mañana.

 

Leyes señaló que la "angurria de poder" y el afán de querer gobernar unos y otros es la "receta perfecta" para el fracaso y que lo sucedido en la Alcaldía de Cochabamba es el claro ejemplo de ello. Acusó a los concejales de haberse dedicado únicamente a perjudicar su gestión edil.

Tras haber hecho un recuento de su gestión como Alcalde mencionando obras como los distribuidores, escuelas y hospitales, señaló que los primeros tres años de su gestión estuvieron llenos de trabajo. "Pero a partir de abril de 2018 se inició una cacería en contra de mi persona, que impidió el normal desarrollo de la gestión, pero los últimos acontecimientos y resoluciones (...) decepcionante y cruel por parte de los concejales municipales que en ningún momento piensan en Cochabamba, solo en ellos y en sus propios intereses económicos y personales", dijo.

Leyes indicó que su renuncia irravocable al municipio será presentada "en minutos" a la Corte Electoral, para completar el proceso y alejar se de forma definitiva del cargo.

 

Los problemas legales y observaciones a la gestión de José María Leyes iniciaron en 2018, cuando la concejal Rocío Molina denunció presuntas irregularidades en la compra de mochilas para su distribución en escuelas del municipio, proceso que le costó poco más de un año de detención en el penal de San Antonio.

También se aperturas otros dos casos relacionados, "mochilas I y II", además de varias observaciones en la adquisición de vehículos para la Policía, desayuno escolar y otras que conllevaron varias suspensiones de sus funciones como Alcalde -al menos 5-.