La Cámara de Industria y Comercio de Cochabamba (ICAM) distinguió a COBOCE R.L. por más de medio siglo de afiliación.

El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, entregó el galardón Tunari al gerente general de la Cooperativa, Carlos Quiroga, en el marco de un acto especial desarrollado esta semana en la sede empresarial.

Respecto a la distinción, Quiroga dijo que COBOCE está destacando entre las empresas del departamento. 

Además, remarcó que este galardón impulsa a la Cooperativa a continuar contribuyendo a la construcción, ya que es sinónimo de progreso.

Recordó que COBOCE R.L. tiene más de 50 años de vínculo a la ex Cámara de la Industria de Cochabamba y ahora es parte de la ICAM, que fusionó al ámbito industrial y comercial de la región.

Otras empresas cochabambinas que cumplieron entre 10 y 80 años de vinculación a este ente representativo también fueron condecoradas.

De acuerdo con datos oficiales de la ICAM, en la actualidad hay 900 entidades industriales, comerciales y de servicios que son parte de ella.

DIRECTORIO

Además, esta semana se posesionó al nuevo directorio de ICAM, del que es parte el Gerente General de COBOCE.

Quiroga fue elegido en el marco de un proceso democrático en el que participaron los asociados a ICAM.

La máxima autoridad de la Cooperativa mencionó que esta directiva tiene una gran responsabilidad: consolidar la fusión del rubro industrial y empresarial.

A su turno, el presidente de ICAM, Ramón Daza, recordó que ya transcurrieron 10 meses desde que ICAM nació como resultado de la fusión entre la ex Cámara de Comercio y Servicios de Cochabamba (con 99 años de vida institucional) y la ex Cámara Departamental de Industria (con 83 años de vida).

En el marco de su discurso remarcó que, ahora, esta es “una institución consolidada, pujante, posicionada y reconocida dentro y fuera de nuestra región como la entidad referente en la representación y potenciamiento del sector empresarial, la generación de oportunidades para los emprendedores y como articuladora del progreso y desarrollo sostenible de Cochabamba”.

CONTEXTO

Daza reconoció que hacer empresa en Bolivia es una “tarea quijotesca”. Señaló que los empresarios formales, aquellos que generan empleo, costean la seguridad social a corto y largo plazo y que asumen los costos laborales, entre otros retos, luchan a diario “contra gigantescos flagelos como el contrabando y la competencia desleal que generan la informalidad”.

Hizo referencia a que, según datos del registro de comercio, la base empresarial activa en el país, es decir, el número de empresas con matrícula de comercio actualizada, sumada al número de empresas inscritas por primera vez, pasó de 144.129 en 2014, a 81.674 en septiembre de 2021. Casi un 45% menos.

Además, alertó que un reporte de la Organización Internacional del Trabajo, con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, da cuenta de que la informalidad en Bolivia se encuentra en el orden del 85%, siendo la mayor de todo Latinoamérica.

A pesar de este panorama, aseguró con firmeza que “los empresarios y emprendedores seguimos aquí, y aquí seguiremos por nuestro amor a Bolivia”.