Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 18:10

Hospitales COVID-19 colapsan y su personal médico está diezmado; exigen centros de aislamiento

Las camas de terapia intensiva están llenas y los sospechosos no dejan de llegar. Piden atender solo a pacientes positivos para no saturar las salas.
Hospitales COVID-19 colapsan y su personal médico está diezmado; exigen centros de aislamiento

Hace casi tres meses se detectó el primer caso de coronavirus en Cochabamba. Desde ese momento, se habilitaron tres hospitales centinelas para atender a pacientes con COVID-19. Hoy, el panorama es complicado, las camas están llenas, el personal médico está diezmado por contagios y los centros de aislamiento para sospechosos, prometidos por las autoridades, aún no se habilitan. El colapso es inminente cada día que pasa.
Los hospitales del Sur, Solomón Klein y Viedma fueron designados para recibir los casos positivos. Sin embargo, hasta esperar los resultados de laboratorio que confirmen el virus, las personan sospechas también se mantienen ahí, lo que genera un colapso en el servicio.
Por otro lado, un factor determinante es que, poco a poco, el personal médico se contagió, lo que mermó la atención y generó un sobreesfuerzo de los trabajadores que permanecen vigentes para cubrir la labor en los hospitales.

Personal médico del hospital Viedma atiende a una persona sospechosa de COVID-19. DICO SOLÍS.

Personal médico del hospital Viedma atiende a una persona sospechosa de COVID-19. DICO SOLÍS. 


HOSPITAL VIEDMA, AL MÁXIMO DE CAPACIDAD
“La situación más crítica que tenemos en estos momentos es que varios de los médicos, tanto de la emergencia como de salas, están como positivos de coronavirus y están en cuarentena, en observación. Por lo tanto, no pueden ir a los hospitales y no tenemos recursos humanos para suplirlos porque hay una burocracia para proveernos de inmediato y subsanar las bajas que tenemos con otros médicos”, afirmó el subdirector del hospital Viedma, Javier Salinas.
Alrededor de 10 médicos y residentes están contagiados y otro tanto está a la espera de recibir el resultado de su prueba. Sin embargo, el colapso del laboratorio de referencia ¬–que tiene más de 800 pruebas en espera– ocasiona que deban aguardar por más de una semana. “Todos los sospechosos están en cuarentena, algunos piden volver a trabajar, pero de pronto pueden dar positivo y es un riesgo”, dijo.
El subdirector aseguró que están al 100% de su capacidad máxima, las cuatro camas de terapia intensiva que tienen están ocupadas; solo les queda una que guardan para aquellos que están internados, en caso de que requieran intubación de emergencia.  
Por otro lado, aseguró que la saturación de las camas en los demás centros recae sobre ellos, lo que genera un desbalance en la atención. “A veces, tenemos que atender de urgencia a personas que tienen seguro porque los demás hospitales están rebasados”, contó.
El hospital Viedma es centro de referencia para enfermos renales. Durante la pandemia, la atención a este sector se complicó ya que los pacientes de la clínica Los Olivos pasaron a su cargo, después de que se detectara casos positivos de COVID-19 allí, según informó Salinas.  
“Están siendo atendidos por nosotros, pero de una manera muy improvisada y bajo el riesgo de contagio. Incluso, hay la falta de enfermeras y médicos nefrólogos para que los atiendan. Así el Viedma, está, nuevamente como desde el comienzo, en saturación, pero ahora peor ante el aumento de casos”.
Otro factor determinante es el incremento de contagios en el Trópico, debido a que, en su mayoría, son derivados a este nosocomio. “Nadie quiere asumir medidas drásticas ante esta situación y la consecuencia cae sobre los hospitales, además están poniendo en riesgo a nuestro personal”. 


HOSPITAL DEL SUR, SIN CAMAS LIBRES DE TERAPIA INTENSIVA
La realidad en el Hospital del Sur es bastante similar, camas ocupadas, personal disminuido y con un ritmo de contagios que no baja.
“Desde que comenzó la cuarentena dinámica, el flujo de pacientes aumentó más. De uno que venía, ahora llegan 10. Antes, venían con sintomatología leve; a la fecha, casi el total, llega con dificultad respiratoria marcada”, contó el director del este nosocomio, Alfredo Mendoza.
Las seis camas de terapia intensiva disponibles en el lugar están llenas. Al igual que en el Viedma, guardan una de emergencia para los pacientes internados que se fueran a descompensar.
Mendoza explicó que hasta mayo atendían otras especialidades más, pero las últimas semanas los casos subieron rápidamente y tuvieron que enfocarse solo en COVID-19.
La carencia de personal médico también es otro problema en el hospital. Más de 20 trabajadores están en cuarentena mientras esperan los resultados. “Una persona menos nos afecta porque es una guardia”.
El médico explicó que otro de los principales motivos del colapso es que no se habilitan centros de aislamiento de sospechosos, por lo tanto, todos terminan en el mismo lugar y ocupan un espacio que, quizás, otra persona necesite más. En ese hospital todo un piso está destinado a aquellos que aguardan sus pruebas. Las 30 camas de internación están llenas con pacientes positivos.
Mendoza instó a que las autoridades habiliten un lugar para pacientes sintomáticos. “Ya estamos al tope. Yo no sé qué voy a hacer con la gente que sigue llegando cada día y no tenemos espacio. Ayer, yo tenía a siete personas en la sala de emergencia esperando por un sitio para ser internados, pero ya no tenía camas”, relató.
Los últimos días, Cochabamba registró cifras altas de fallecidos a causa del virus, lo que generó alarma ante el anuncio de que los hornos crematorios están al límite, e incluso tienen cuerpos en espera.
En el hospital del Sur hay un depósito de cadáveres, donde guardan los cuerpos hasta que la familia se encargue del traslado hasta el cementerio. Sin embargo, hasta allí llegan otros fallecidos, como los que fueron encontrados en las calles la semana anterior. “No es la medida más adecuada, porque ese depósito debería ser para pacientes que mueren en el hospital, pero no todos tienen esos lugares”, aseveró. 


SOLOMÓN KLEIN, MÁS DE UNA VEINTENA DE TRABAJADORES CONTAGIADOS
El hospital Solomón Klein fue nombrado en diversas ocasiones cada vez que sus pacientes se recuperaban. Muchos de ellos relataron que recibieron una buena atención y agradecieron al personal médico por la ayuda.
Actualmente, 23 trabajadores de este nosocomio se encuentran contagiados con coronavirus. La pelea contra la COVID-19 diezmó las filas y el incesante incremento de casos no da tregua. También, tienen un alto porcentaje de sospechosos, gran parte de su personal se hizo pruebas, pero los resultados tardan mucho en llegar, a veces hasta 10 días. “La norma dice aislamiento, pero si nosotros aislamos a todos los que se hicieron la prueba, quedamos sin personal”, indicó la directora a.i. del hospital Solomon Klein, Alejandra Guarayo.
Solo hay seis camas de terapia intensiva y todas están ocupadas. Tienen más de 60 pacientes positivos internados y ya no hay cabida para personas sospechosas. “Tenemos mucho déficit de recursos humanos, no tenemos dotación de insumos médicos, de trajes de bioseguridad”, afirmó Guarayo.
Al igual que sus colegas, la médica aseguró que aún no habilitaron centros de aislamiento, lo que constituye un problema mayor. El excesivo número de sospechosos satura las salas y el laboratorio, que está colapsado, no emite los resultados rápidamente.
“Se deberían habilitar de una vez todos los centros de aislamiento que nos habían prometido, que se hagan efectivos en diversos municipios, porque así podríamos liberar a muchos pacientes que son sospechosos”, afirmó.
Uno de los casos que generó conmoción fue la confirmación del contagio del director titular de este hospital, el médico Grover León, quien lleva más de 20 días internado en el mismo centro. Sobre la situación que vive el nosocomio, él aseguró que existe una deficiencia en el personal y que, poco a poco, hay agotamiento en las filas.
“Los laboratorio deberían ser prioritarios para el personal de salud, porque si no hay médicos, no hay atención a los pacientes”, indicó León.
Cochabamba tiene 1.723 contagios y las 78 muertes a causa del coronavirus. Los diferentes espacios que intervienen en el tratamiento de positivos están colapsados y, por ahora, no encuentran una pronta salida a la crisis.