El viceministro de Agua Potable y. Saneamiento Básico, Carmelo Valda, prevé que las obras de la planta de tratamiento de Albarrancho esté concluida en septiembre de este 2023. Por su lado, el gerente del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa), Luis Prudencio, expuso observaciones.

Los trabajos en la ampliación y mejoramiento de la planta de tratamiento de aguas residuales de Albarrancho tienen como objetivo un tratamiento efectivo y reducción de contaminación. Se trata de la segunda planta más grande de Sudamérica y la primera en Bolivia.

Este miércoles hubo una inspección en la que participaron la diputada Olivia Guachalla, el Viceministerio y Semapa-

El Viceministro manifestó que el proyecto está “en la parte final” y que la sobras civiles estarían listas en abril.

“No hay anda que envidiar a otros países. Vamos a cumplir con el objetivo de descontaminar, coadyuvar en la descontaminación del río Rocha”, resaltó, y añadió que, luego, esas aguas servirán para el riego.

Acotó que, a partir de mayo, se debe comenzar a calibrar la planta y que se espera que en septiembre se pueda entregar.

“La entidad operadora, Semapa, tiene que hacerse cargo de la operación y mantenimiento porque lo más complejo de esta planta, seguramente, va a ser la calibración y la puesta en marcha”, reconoció Valda.

Mientras, Prudencio dijo que se fueron de la inspección “con sabor a poco” porque no se habrían tocado temas importantes para el funcionamiento de la planta.

“Es una planta de tratamiento, no es una obra civil, tiene que tener un resultado que se va a medir en las aguas residuales”, dijo, haciendo referencia a la puesta en marcha y la capacitación, que no se habrían tomado en cuenta al momento de la licitación por parte de Entidad Ejecutora de Medio Ambiente y Agua (Emagua).