El Parque Tunari tuvo ayer sábado cinco incendios en sus inmediaciones. Los voluntarios lucharon en total contra siete focos de fuego y tuvieron una larga jornada desde horas de la tarde hasta bien entrada la noche. En coordinación con voluntarios del SAR (Salvamiento y Rescate por sus siglas en inglés), guardabosques del lugar, bomberos, más personal de la Gobernación y la Alcaldía de Cochabamba; el Grupo Especial de Operaciones de Salvamento (GEOS) logró mitigar dos incendios.  

Un fuerte incendio quedó activo y, debido a la peligrosidad y el difícil acceso, los voluntarios tuvieron que replegarse para cuidar su seguridad y reabastecerse. Prevén partir hoy domingo (9:00) para continuar las labores de contención e intentar calmar la brasa.

“Ya son casi 30 incendios forestales que estamos atendiendo en esta zona (cordillera Tunari e inmediaciones) en lo que va del año y felizmente pudimos controlar rápido los primeros dos (de ayer), que abarcaban como tres hectáreas. Fueron siete en total. Trabajamos ocho horas. En Chimboco (lado de Sacaba) el fuego quedó activo y ocupa seis hectáreas. Es muy difícil el acceso y tuvimos que replegarnos”, le explicó a OPINIÓN Carlos Azcárraga (líder de GEOS). 

Es posible que los incendios hayan sido provocados por actividades de chaqueo, actividad que “genera focos de contaminación para el aire en tiempos de la pandemia del COVID-19”. Azcárraga indicó que el fuego “no pudo provenir de causas naturales”, debido a que todavía no empezó la época de vientos constantes en Cochabamba. “Esto fue claramente obra de personas malintencionadas”, expresó.

Esta semana, la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC) presentó un proyecto para combatir esta problemática con tuberías nanopoliméricas, sustancias retardantes y dos cámaras de seguridad para una identificación más rápida de quienes atentan contra la fauna y generar una respuesta más efectiva “facilitando el trabajo de los voluntarios”.

El proyecto “requiere el concurso de las autoridades”, que por el momento no se pronunciaron al respecto. Mientras tanto, GEOS y el SAR continúan atendiendo las llamadas de auxilio, a pesar de las limitaciones, para combatir “estos siniestros que son una amenaza para la comunidad y el medioambiente”.