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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 10:22

La FEPC lanza plan poscuarentena para evitar contagios y reactivar la economía gradualmente

El presidente de la FEPC, Javier Bellott. (FEPC)
El presidente de la la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Javier Bellott.
La FEPC lanza plan poscuarentena para evitar contagios y reactivar la economía gradualmente

La Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) elaboró un plan para que los cochabambinos salgan de la cuarentena sin riesgos y para reactivar por etapas la actividad económica en el departamento. 

La propuesta cree que se puede reducir los contagios evitando la concentración de personas, cambiando el comportamiento, y  desarrollando buenas costumbres y prácticas sanitarias que permitan producir sin poner en riesgo la salud de la población productiva y garantizar que las condiciones de comercialización sean seguras.

Para reactivar la economía, plantea un regreso de operaciones por áreas productivas de importancia y con horarios diferenciados. Las primeros sectores en operar (algunos no dejaron de hacerlo) serían: industrias de alimentos, agropecuarios, agricultura en general, industrias y distribuidores de medicamentos, material de limpieza y desinfección, servicios básicos, comercio mayorista y transporte de carga. 

Un segundo grupo de prioridad estaría conformado por: construcción, minería, ferreterías, comercio de maquinaria, servicios mecánicos, comercios de insumos para la agricultura.

Otros sectores se irían sumando paulatinamente. La última área en reanudar actividades sería la de educación: colegios, universidades e institutos técnicos.

Evitar contagios

La FEPC propone que el uso de barbijos sea obligatorio para la población en general, medida que tendrá que ser acompañada con operativos de control, educación masiva y motivación. También se debe promover el distanciamiento de resguardo individual (de un mínimo de 1.5 metros). 

El plan incluye la descentralización de mercados de abasto y reforzamiento de tiendas de barrio; descentralización de servicios bancarios; descentralización de venta de insumos para la agricultura y agropecuaria; y descentralización de mercados  mayoristas en los valles. 

Para prevenir el aumento de los casos proponen que se realice pruebas individuales de COVID-19 a personal en áreas de trabajo y de actividad colectiva. 

En cuanto al transporte público, el planteamiento es que se uso los más posible vehículos individualizados: bicicletas, motocicletas o automóviles con capacidad máxima de dos a tres personas. En caso de

ser servicio de taxi, se debe contar con señalética para admitir un máximo de tres personas.

La reanudación del servicio de transporte masivo, como trufis y micros, no sería inmediato y al retomar operaciones los vehículos deberán tener un un letrero de límite de pasajeros y un solo asiento por persona. Asimismo, mantener siempre las ventanas abiertas para que el aire  circule.

El uso de buses y flotas interprovinciales e interdepartamentales, según el plan, debería limitarse a un pasajero certificado por asiento y considerar sistemas de  ventilación no recirculada.

Los protocolos de viaje en el transporte público deben incluir medidas de seguridad de uso de barbijo, protección personal y verificación sanitaria.