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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 17:14

Experto afirma que presencia de langostas es normal en verano y pide no alarmarse

Saltamontes en la zona de La Tamborada. DICO SOLÍS
Saltamontes en la zona de La Tamborada. DICO SOLÍS
Experto afirma que presencia de langostas es normal en verano y pide no alarmarse

En redes sociales circulan fotografías de langostas en jardines y parques que llaman la atención de la gente. También hay quienes comentan una inusitada aparición de grillos y cigarras. El entomólogo y docente de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) Freddy Navarro explicó que son saltamontes típicos de los valles y no hay razón para alarmarse, ya que es la época en la que se alimentan para después reproducirse. Paulatinamente, irán “desapareciendo” porque, si bien son bastante voraces, una vez que la vegetación propia del verano disminuya dejarán de ser visibles porque estarán en otra fase de su ciclo de vida.

Navarro dijo que, si se presta atención, se puede ver que están en parejas (aunque puede ser que se vea grupos más numerosos) y es porque son adultos que buscan alimentarse para luego depositar sus huevos en la tierra. Entre septiembre y octubre, cuando nuevamente haya mayor humedad y alimento, los huevos harán eclosión y nuevamente en febrero próximo habrá saltamontes adultos. Su ciclo de vida es de aproximadamente un año.

Si se ven grupos más números es porque se trata de un lugar amplio donde pueden hallar más comida. Se alimentan casi exclusivamente de maleza, pasto, arbustos silvestres y alfalfa. 

Su hábitat está junto a cultivos de maíz, trigo, papa y otros. En marzo de 2017, según el archivo hemerográfico de OPINIÓN, aparecieron en gran cantidad en el valle alto, causando inquietud en los agricultores de esa región. Un estudio de la Fundación para la Promoción e Investigación de Productos Andinos (Proinpa) determinó que son especies nativas y que no representaban un peligro para los cultivos.

En cuanto a otros insectos, Navarro dijo que no es que aparecieron en mayor número, sino que el ruido de los vehículos y el trajín urbano “enmascaraba” el sonido que hacen grillos y otras especies. La cuarentena hace que las personas estén más atentas o sensibles y por eso tienen la impresión de que hay mayor cantidad.