Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

Niños de la zona sur deben ir hasta Santiváñez para pasar clases

Además, en la zona, que aún no pertenece a la mancha urbana de Cochabamba, los pasajes son más caros, y no distinguen escolares ni personas adultas mayores.
Niños salen de sus casas y bajan el cerro hasta la parada del transporte público, la pasada semana. OPINIÓN
Niños salen de sus casas y bajan el cerro hasta la parada del transporte público, la pasada semana. OPINIÓN
Niños de la zona sur deben ir hasta Santiváñez para pasar clases

Después de las siete de la mañana, aparecen en la serranía, en un cerro con caminos peatonales improvisados en la pendiente, niños con uniformes de colegio y sus papás bajando apresurados para llegar hasta la parada de la única línea de transporte público que llega hasta la Mancomunidad Valle San Silvestre, en el Distrito 9, en el sur de la ciudad de Cochabamba.

Para llegar hasta estos barrios se debe pasar la zona de 1º de Mayo, Azirumarca y otras. Donde termina el asfalto, en el puente Higuerani, empieza un empedrado que apunta en subida a las juntas vecinales que aún no son parte del área urbana de Cochabamba. Donde ya no hay empedrado, las vías en el cerro son accidentadas, entre ripio y tierra; por eso, hay trufis que no quieren llegar más arriba, y si van, cobran más caro.

En estas condiciones, entre las limitaciones de transporte además de servicios y obras, los estudiantes tienen otra dificultad: en la zona no hay escuelas. Por tanto, deben asistir a colegios de otros barrios e incluso de municipios aledaños como Santiváñez.

EN LAS MAÑANAS

Los niños y adolescentes uniformados esperan en grupo en la parada al trufi que se habilite para salir, con suerte entran todos; si no, deben esperar al próximo.

El presidente del Distrito 9, Jedidías Bustillos, describe que esa escena se da a diario. “Existe mucho tráfico, sobre todo de niños que van a la escuela en la mañana”.

Las unidades educativas en las que están inscritos son San Antonio, en la final avenida Panamericana; Azirumarca; y otros, incluidos los de Santiváñez, en el municipio vecino.

“Van a Santiváñez porque queda más cerca, se colinda con ese municipio. Siendo parte de una ciudad capital, es más fácil ir a una provincia, les mandamos allá", dijo.

El vicepresidente de la junta vecinal La Merced, Sergio Nina, describió que los niños tienen que caminar grandes distancias para volver a sus casas, o pagar más de lo debido en el transporte público.

UN ÍTEM RURAL

Nina expresó que sienten que en educación están “muy atrasados”, y que ya llevan cinco años gestionando una escuela para el nivel inicial en la zona.

Desde ese entonces, se hicieron las gestiones e incluso viajaron a La Paz.

“Nos dieron un ítem. Con ese ítem fuimos abasteciendo a los niños de primaria; pero, solo teníamos un curso. Y nos han vuelto a quitar ese ítem. Se lo han llevado a otro lado”, recordó.

Bustillos manifestó que, además, solo un ítem no abastece a la población de esas juntas vecinales.

El dirigente de La Merced enfatizó la exigencia de devolución del ítem de maestro y pidió que se otorgue al menos uno más.

“El Ministro de Educación nos ha prometido para esta gestión. Hasta el momento brilla por su ausencia y no nos responde a las cartas que hemos enviado”.

La escuela, que no funciona en la actualidad, está catalogada como rural, tomando en cuenta que esos asentamientos todavía no están homologados para ser parte del área urbana de la ciudad de Cochabamba.

El presidente de la Mancomunidad Valle San Silvestre, Isidro Álvarez, recordó que construyeron la escuela con sus propios recursos, y lamentó que no esté funcionando.

“Los niños tienen que estudiar sí o sí”.

EL TRANSPORTE Y SUS COSTOS

El puente de Higuerani, la última parte asfaltada de este sector del sur, es donde empiezan a subir los costos del transporte.

"Aquí, desde donde estamos parados, el auto cobra por persona entre siete y 14 bolivianos", sostuvo el Presidente del Distrito 9.

El recorrido hasta la parada del trufi puede costar 10 bolivianos, hasta más arriba, hasta 14.

“Aquí no hay pasaje de dos bolivianos o 2.50, que sería un interprovincial, como cuando se va de Cochabamba a Sacaba o a Quillacollo”.

El vicepresidente de la junta vecinal La Merced lamenta que al habitar una zona alejada, y que no es parte de la mancha urbana, no se respetan los costos oficiales de los pasajes ene l transporte público.

“Hay problemas por el camino. Estamos asentados desde hace mucho, y para desplazarnos hay una sola línea de transporte público (…), y no se respeta los derechos ni la edad de las personas”.

Agregó que, por eso exigen ser de una vez parte del área urbana de la ciudad.

“Queremos poder reclamar nuestros derechos; solicitar una nueva línea y tener un trato preferencial para los niños y para las personas de la tercera edad, que son quienes más sufren los maltratos, e inclusive pagan más caro”.

MANCHA URBANA

Los dirigentes de las juntas vecinales del Distrito 9 demandan obras y servicios. No existen vías empedradas ni asfaltadas; pero, además, requieren agua potable. Para ellos, la respuesta a sus necesidades es que la homologación de la mancha urbana los incluya, porque al no ser parte, tienen limitaciones en obras y servicios.

El 7 de febrero, el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, entregó la Ley Municipal 1102/2022 de Ampliación de Áreas Urbanas Homologadas, lo que prevé beneficiar a juntas vecinales de los distritos 9 y 15, en la zona sur.

Las autoridades, incluidas las del Gobierno nacional, preveían un avance rápido en el proceso de reconocimiento. Sin embargo, se presentó un problema.

El viceministro de Autonomías, Álvaro Ruiz, manifestó que existe una observación de concordancia en la ley para la homologación y que, para subsanarla, se debía abrogar la norma.

Pero, las autoridades del Concejo Municipal cochabambino aseguraron que no existen errores en la norma y que, en caso de necesitar modificaciones, las mismas no pasarían por una abrogación.

La presidenta del Concejo Municipal, Marylin Rivera, aseguró entonces que la norma fue tramitada en concordancia con las instancias del nivel departamental y del nivel central.

Enfatizó que no se incurre en ningún error, y recordó que la ley fue aprobada por los 11 concejales del pleno, en el que siete son de Fuerza Republicana Democrática Nacional (Súmate) y cuatro son del MAS.

En la actualidad, la mancha urbana está reconocida hasta el sector del puente de Higuerani.

"No estanos viviendo bien, estamos sobreviviendo en los lugares fuera del área urbana", sostuvo Bustillos.

Dijo que necesitan "progreso", con unidades educativas, empedrados, servicio de agua, alumbrado público, seguridad ciudadana y más.

La falta de agua es un problema constante en los barrios cochabambinos y más aún en lugares como Valle San Silvestre.

Bustillos describió que el turril de 200 litros de agua les cuesta por encima de 10 bolivianos.

"Los vecinos se hacen durar un turril lo más que puedan. Dos turriles ya serían 20 bolivianos, cuando en el centro cuesta siete bolivianos. Más arriba el aguatero sube por más precio".

El presidente de la Mancomunidad Valle San Silvestre explicó que se asentaron en la zona y “le dieron vida”; pero, aclaró que necesitan atención.

Sobre la mancha urbana, detalló que de 14 juntas vecinales, cuatro no están incluidas para la homologación: Valle Central, La Frontera, Mirador de Oeste y Tres Vertientes.

“La Mancomunidad San Silvestre ya debía entrar en 2014. Esa vez recién nos estábamos asentando, no había casas. Estábamos como rezagados”.

Las observaciones a la ley influyeron en el proceso. Sin embargo, el dirigente Nina informó que las autoridades tienen previsto resolver el tema hasta esta semana.

La homologación de la mancha urbana implica la expansión de la ciudad. El Alcalde aseguró antes que esto considera el respeto a áreas agrícolas.