Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 05:26

LOS ENFERMOS Y LOS HOSPITALES SUFREN LAS CONSECUENCIAS

Escasean y encarecen tanques de oxígeno medicinal en Cochabamba

Ante el colapso de los hospitales, familiares de enfermos con COVID-19 habilitan en sus propias casas espacios donde los contagiados puedan recibir oxigenación.
Escasean y encarecen tanques de oxígeno medicinal en Cochabamba

La familia Álvarez buscó por varios días un tanque de oxígeno para salvar la vida de uno de los miembros. El Facebook está inundado de ofertas, pero casi todos reportan haber acabado su stock o han elevado sus precios, incluso para fletar.

Los hospitales están llenos y sin espacios para pacientes que necesitan terapia intensiva u oxigenación. Los familiares inician búsqueda de botellones de oxígeno para comprar o alquilar, pero hay poco en el mercado y los precios se han incrementado.  

“Todo está agotado” respondió el sitio de Facebook de Luis Merino Iberos de Martetplace que ofrecía equipo completo de oxígeno.

El sitio Ingeniería y Proyectos, Inprobol, tenía agotado todas las posibilidades y anunció que en los siguientes días les llegaría un nuevo stock de 6 metros cúbicos “a 5.800 bolivianos tanque completo”.

La ausencia de oxígeno en un paciente complicado con su respiración, característica propia en los enfermos por coronavirus, es fatal e incrementa más el riesgo de muerte.

“Ha sido difícil encontrar un tanque de oxígeno. Nos dieron muchas opciones, varios lugares, teléfonos y hemos recurrido a todo, pero están saturados los comercios. Queríamos alquilar, pero el precio del flete era apenas un poco menor que una compra. Hicimos un esfuerzo en la familia y al final adquirimos”, dice uno de los integrantes de la familia Álvarez.

Relata que el equipo de oxigenación es para su papá de 67 años quien empezó a sentir dolor de cabeza y de espalda hace 10 días, pero estos últimos sufrió de cansancio y dificultad para respirar.

Su padre está asegurado a la Caja Nacional de Salud, CNS, a donde intentaron internarlo dos veces, pero sin ningún resultado. “Solo esperar que se le dé una ficha nos llevó casi un día y no podíamos mantenerlo a mi papá en un frío asiento en el pasillo del hospital Obrero, kilómetro cinco de la avenida Blanco Galindo, por eso volvimos a casa”.

Al domicilio de la familia Álvarez va una enfermera para controlarlo. “Hicimos una consulta vía Zoom con un médico. Nos dijo qué hacer y nos ha recomendado internarlo o acceder a un equipo de oxígeno”.

OFERTAS Las ofertas en el mercado y principalmente en Facebook son variadas y van desde los 1.300 bolivianos hasta más de 6.000. Brindan soluciones integrales de oxígeno medicinal.

La mayoría de las personas que quiere alquilar concentradores de oxígeno es porque tiene un diagnóstico con enfermedad o dificultades respiratorias. Los equipos son portátiles, por ejemplo un cilindro de aluminio de 1 metro cúbico, con regulador Yoke CGA-870, más humidificador y mascarilla cuesta 1.400 bolivianos.

Un kit de tanque de oxígeno generalmente contiene: botellón de acero, oxígeno medicinal ya cargado, manómetro, humidificador, mangueras y mascarilla completa.

El precio depende del tamaño del tanque, uno más grande concentra hasta 10 metros cúbicos.

Pese a haber comprar el equipo de oxígeno, el integrante de la familia Álvarez dice que aún busca en sitio en un hospital porque puede ser insuficiente para que su padre se recupere totalmente. “Estamos así mientras haya un sitio y mi papá esté bien, pero si en algún momento recae el médico nos dijo que requeriremos un ventilador mecánico y eso solo tendremos en un hospital de tercer nivel, que sigue colapsado. Rezamos todos los días para que él mejore, caso contrario la situación es incierta”. 

TAMBIÉN EN HOSPITALES El director del hospital Benigno Sánchez de Quillacollo, Carlos Calliconde, también expresó su preocupación por la falta de oxígeno en el único centro de segundo nivel en uno de los municipios más grandes de Cochabamba.

Aseguró que el desborde de pacientes que buscan una posibilidad de vida les ha provocado apuros con el oxígeno.

El hospital habilitó un piso para tratar a los pacientes sospechosos y positivos de COVID-19. En el área se han instalado 15 camas; sin embargo cada llegan entre 20 a 25 pacientes. 

“Qué vamos a hacer con tanto paciente. Los botellones (de oxígeno) se acaban rápido. Una persona, de acuerdo a la gravedad que tiene puede acabar un botellón en seis horas. Cuando llegan muy afectados hasta 10 libras se administra, incluso algo más para que puedan tener un hálito de vida”.

El hospital se quedó con unos 30 botellones insuficientes ante el desborde de demanda de atención. “Hemos ido prestando a varios centros de salud donde están nuestros enfermos, como el centro Villa María. Allá también necesitaban”.