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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Entierros se triplican y creman hasta 6 cuerpos en Colcapirhua

El camposanto público de este municipio recibe hasta cuatro entierros en algunas jornadas. Antes de la pandemia, el promedio era de dos inhumaciones a la semana.
El horno crematorio empezó a funcionar hace un par de semanas en Colcapirhua. JORGE FERNÁNDEZ
El horno crematorio empezó a funcionar hace un par de semanas en Colcapirhua. JORGE FERNÁNDEZ
Entierros se triplican y creman hasta 6 cuerpos en Colcapirhua

El número de entierros que se realizan en el cementerio del municipio de Colcapirhua se ha triplicado en las últimas semanas y las cremaciones llegan hasta la media docena por día, según los responsables de este camposanto.

El responsable del cementerio recuerda, de memoria, los nombres y apellidos de las últimas víctimas que fallecieron por coronavirus, personas que vivían cerca de este camposanto.

El secretario municipal de Fortalecimiento Institucional y Social, Rodolfo Rivas, señaló que antes de la pandemia, el promedio de entierros en el cementerio de Colcapirhua era de dos por semana, mientras que ahora este número se elevó a por lo menos seis en ese mismo tiempo.

Además, a raíz del elevado número de casos de coronavirus que se han presentado no solo en este municipio, sino en todo el departamento, la Alcaldía determinó restricciones en el cementerio, solo se permiten entierros y no así las visitas de familiares ni otra actividad.

La prohibición de las visitas, que se inició el pasado lunes, se debe a que hay muchos casos por coronavirus y el fin es precautelar la salud de la población, señaló Rivas.

Cuando se confirma un fallecimiento por COVID, se entierra el cadáver en una fosa, siguiendo “estrictamente los protocolos de bioseguridad”, y se permite solamente la presencia de entre uno y cinco familiares.

Esta restricción será “hasta nuevo aviso”, cuando los casos de coronavirus bajen y la situación sanitaria mejore en el municipio y en el departamento.

Rivas pidió la comprensión de los habitantes de Colcapirhua por la restricción de visitas, “porque el objetivo es cuidar su salud”.

La semana pasada, por ejemplo, se procedió al entierro de ocho cuerpos, que llegaron entre el viernes y el sábado.

Sin embargo, el comportamiento en los entierros es bastante irregular. Algunos días no hay y otros, como la semana pasada, hasta cuatro por día.

El responsable del cementerio confirmó que la semana pasada se enterraron ocho personas, un número inusual para este municipio en el que antes de la pandemia se enterraba a dos como máximo por semana.

Algunas semanas incluso no se enterraba ningún cuerpo. El año pasado, durante esta temporada, en el mes de abril, no se inhumó ningún cuerpo.

CREMACIONES

En otros casos, cuando el familiar lo solicita, se crema el cuerpo de la persona fallecida, en el horno que está funcionando desde que el nuevo alcalde Nelson Gallinate asumió las riendas de esta Alcaldía, el pasado 3 de mayo.

Rivas señaló que en los casos de COVID, hay dos modalidades, el entierro en una fosa (bajo tierra) y la cremación.

Normalmente se opta por la cremación, pero en algunos casos los familiares piden el entierro en una fosa, sin embargo, estos espacios están a punto de terminarse y había campo solo hasta este fin de semana.

Como previsión, la Alcaldía deberá habilitar otros espacios o ver solamente la segunda alternativa que es la cremación de los cuerpos que llegan con COVID.

Los cuerpos llegan con el certificado de defunción y con ese respaldo se lo crema. El costo es de aproximadamente 1.000 bolivianos.

Rivas señaló que en el horno se pueden cremar cinco cuerpos durante todo el día, con intervalos de dos horas. Cada cuerpo se crema en unas tres horas como promedio.

El responsable del horno crematorio confirmó que la capacidad promedio es de cinco cuerpos, pero un día se llegó a cremar seis.

Para evitar que el personal del cementerio se contagie con coronavirus, se toman las medidas más estrictas de bioseguridad. Por ejemplo, se desinfecta cuidadosamente el ataúd que es ingresado al cementerio, el carro fúnebre y a los pocos familiares que entran para despedir al fallecido.

Las personas que hacen este trabajo se protegen con un traje de bioseguridad, guantes y un barbijo que tiene filtros especiales.

Y después de la cremación de un cuerpo, el ambiente en el que se encuentra el horno se fumiga en detalle.

CUARENTENA RÍGIDA

Rivas manifestó que la cuarentena rígida de fin de semana permitirá al municipio fortalecer su sistema de salud, abasteciendo a estos centros con oxígeno para los pacientes COVID.

“En este caso ya no se trata solo de mitigar los efectos de la COVID, sino, en lo posible, de erradicar este virus que está causando muertes en la región y el país”, señaló Rivas.

En el tema de los centros hospitalarios, manifestó que el municipio cuenta con unidades de terapia intermedia para los pacientes que lo requieren, y para que se mantenga una atención de calidad, los concejales del municipio realizan controles frecuentes a estas salas de internación.

El municipio realiza también pruebas de antígeno nasal, generalmente con puntos itinerantes que llegan a los diferentes distritos.

Este trabajo, con los consultorios móviles, se coordina con los dirigentes de los diferentes barrios.

Cuando se detecta un caso de COVID-19, la persona es aislada inmediatamente, en su casa, si es leve, y en el hospital Cuschieri, que es de segundo nivel, si requiere tratamiento más especializado.

Un punto que destacó Rivas es que el municipio está entregando un kit básico de medicamentos a las personas que caen con COVID.

En este kit básico, los pacientes tienen medicamentos que les permiten iniciar el tratamiento contra esta enfermedad, y en caso de que se agrave la enfermedad, el paciente es remitido a uno de los dos centros de aislamiento, al hospital Cuschieri o al de Capacachi.

Además, y en coordinación con el SEDES, la Alcaldía atiende en sus domicilios a los pacientes que tienen COVID. “Se cubre con médicos especializados en los domicilios, pero también en las unidades de terapia intermedia en el hospital Cuschieri”.