Los enfermos renales se declararon en emergencia e iniciarán una huelga de hambre mañana, ante la noticia de que cerrarán la unidad de hemodiálisis del hospital Viedma para destinar todo el espacio a la atención de pacientes con coronavirus, según afirmó su representante, Ramiro Gonzales. 

Además, denunció que hace cuatro meses no se realiza el pago del servicio de hemodiálisis en los más de nueve centros de convenio que hay en el departamento. “No están tomando ninguna prevención ni seriedad, sabiendo que nosotros somos propensos al contagio”, indicó Gonzales. 

Entre los pedidos del sector, exigen que les otorguen la boleta de atención en un hospital de tercer nivel, para una servicio más rápido. También, piden un representante que sea defensor del paciente, frente a los inconvenientes que atraviesan cada vez que requieren hemodiálisis. 

Gonzales aseguró que, hasta el momento, hay cinco personas con insuficiencia renal que están contagiadas con COVID-19. “Las autoridades no hacen nada por nosotros”, dijo. 

Desde que comenzó la pandemia, este sector continuó su tratamiento de forma habitual, hasta ahora que denuncian el cierre de la unidad en el hospital Viedma. “Son 170 pacientes ahí, cómo van a sacarlos. Son personas que se atienden hace más de 15 años”, enfatizó.

Los representantes de los diferentes centros se instalarán en la plaza 14 de Septiembre para comenzar la huelga y exigir que su pliego petitorio, de más de seis puntos, se cumpla. Solicitan que lleguen autoridades del Ministerio de Salud para dialogar.