El proceso de inmunización contra la COVID-19 comenzó ayer con la aplicación de la primera dosis a la enfermera Zulma Fernández del hospital Viedma.

Le siguieron otras cuatro enfermeras y un médico en un suceso en el que estuvo presente el presidente Luis Arce Catacora y su ministra de la presidencia, Maria Nela Prada.

“Sí, yo he tomado la decisión de hacerme vacunar, es por mí y para proteger a mi familia. Tengo una madre que me espera en casa, hermanos y sobrinos, por eso para mí es importante recibir la vacuna y estar protegida”, manifestó Fernández a la agencia de noticias estatal ABI.

Arce fue quien hizo la entrega de los certificados de vacunación, donde se indica la fecha en la que se debe recibir la segunda dosis. La Sputnik V requiere de dos dosis para la vacunación; ayer, llegaron al departamento 3.300 dosis para 1.650 trabajadores de salud, que son médicos y enfermeras que trabajan específicamente en terapias intensivas de COVID.

“No hay ninguna reacción. La vacuna es un buen punto de partida para mostrar que se puede hacer mucho por la salud (…) Soy médico de terapia intensiva en el Viedma y la pandemia ha sido una catástrofe, vimos morir a mucha gente, incluso médicos”, dijo.

Bolivia recibió, el jueves, 20 mil dosis de las vacunas Sputnik V, procedentes de Rusia, como parte del primer envío de un total de 5.2 millones de vacunas.