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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Demanda de miel sube en 5 veces y hay dos maneras de identificar productos adulterados

Los apicultores de Cochabamba denunciaron que algunas personas usan jarabe de maíz para falsificar el almíbar hecho por las abejas.

Abejas
Un apicultor muestra una colmena de abejas. Archivo Opinión
Demanda de miel sube en 5 veces y hay dos maneras de identificar productos adulterados

Hay cinco veces más demanda de miel en Cochabamba durante la pandemia. Los apicultores suponen que se debe a que ese producto natural combate algunos de los síntomas característicos de la COVID-19, como el dolor de garganta, y previene enfermedades de esta temporada.

La producción mensual de cada apicultor, antes del brote de coronavirus, era, en promedio, una tonelada al mes, ahora, es al menos cinco toneladas durante el mismo período.

Si bien los apicultores destacaron el incremento de las ventas, también advirtieron que hay gente inescrupulosa que está sacando provecho de la necesidad de la gente. Según el presidente de la Federación de Apicultores de Cochabamba, Nabor Mendizabal, identificaron mieles elaboradas con base en almidón de maíz, que se usa para edulcorar gaseosas, “un veneno” para las personas que tienen el colesterol alto u otro tipo de inflamaciones.

“Es solamente azúcar, con un poco de agua. Lo calientan y ponen unos cuantos panales viejos o pedazos de cera y es un peligro. Eso no es miel, eso es jarabe de sacarosa”. Añadió que envasaron esa mezcla y le pusieron etiquetas de productores de Villa Montes (Tarija).

El rubro apicultor de Cochabamba se reunió con personal de Intendencia y el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) para exigir que se realicen controles, pero aún no hay nada concreto.

Como las autoridades no están haciendo nada frente a esa situación, los productores de miel de Cochabamba dieron algunos tips para identificar un producto falsificado.

El más eficaz consiste en sacar una cucharilla de la miel comprada, ponerla en un vaso de agua y batir todo, luego añadir unas gotitas de solución de yodo de 5% y, si cambia a color azul o violeta, “usted tiene la prueba de que esa miel contiene almidones y es falsificada”.

Otra alternativa es que los compradores pidan su credencial a los vendedores. Los apicultores registrados tienen ese documento.

Añadió que, además, la miel pura cristaliza.

El precio que deben pagar por cada kilo oscila entre 65 y 80 bolivianos, dependiendo del envase (cristal o plástico). Si el costo es menor, según Mendizábal, hay que dudar del producto.

SITUACIÓN

En Cochabamba hay 5.500 familias que se dedican a la apicultura.  Muchas están ampliando colmenas para satisfacer la demanda de la población.

En la temporada 2018-2019 produjeron más de 321 toneladas de ese almíbar de néctar de flores.