Daniela Cabrera, elegida como presidenta del Concejo Municipal en el proceso dado el 3 de mayo pasado, se animó a preguntarles a quienes se movilizan exigiendo su renuncia si el objetivo es acabar con su vida.

"¿Van a llegar a matarme? Es lo que pregunto a aquellas personas que están encabezando este hecho. Que pare esta violencia, que pare este acoso".

Ha visto los muñecos que los protestantes usan en sus manifestaciones en la plaza 14 de Septiembre y también acusó que sería presa de "seguimiento".

"Eso de haber visto muñecos colgados, que me hacen seguimiento, que no puedo llegar hace más de una semana a mi vivienda. Temo por mi vida. Por eso estamos en la FELCV (Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia) haciendo la denuncia. No es correcto", dijo, poco después de sentar la denuncia por violencia política.

"Estoy firme y voy a continuar así. No voy a renunciar por amedrentamientos. La democracia ha avanzado".

Por otro lado, la fiscal especializada en Delitos en Razón de Género, Jimena Barrios, determinó otorgarle medidas de protección a Cabrera. Definió "prohibirles" al alcalde Manfred Reyes Villa y a otros funcionarios munícipes que la “intimiden o molesten por cualquier medio o a través de terceras personas” en cuanto se prolongue la crisis en el Concejo.

Diego Murillo, Mauricio Muñoz y Gustavo Camargo tampoco pueden “acercarse, concurrir o ingresar al domicilio, lugar de trabajo o de estudios relacionados con la titular del Concejo.

Antes, la concejal Claudia Flores, elegida como secretaria del ente fiscalizador, fue beneficiada con medidas de protección por parte del Ministerio Público.