Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 15:36

Cumbre de Ecoturismo: evalúan cómo fortalecer 22 áreas protegidas

El evento nacional se desarrolla en Toro Toro y concluye este viernes. En el período 2002   y 2022, el turismo se ha multiplicado por 10, según MIGA.
Las autoridades y representantes de organizaciones en la Cumbre Nacional de Ecoturismo en Áreas Protegidas, en Toro Toro. MELISSA REVOLLO
Las autoridades y representantes de organizaciones en la Cumbre Nacional de Ecoturismo en Áreas Protegidas, en Toro Toro. MELISSA REVOLLO
Cumbre de Ecoturismo: evalúan cómo fortalecer 22 áreas protegidas

Bolivia tiene 22 áreas protegidas y el objetivo es fortalecerlas, considerando la actividad turística, pero también su conservación. Este y otros temas se abordan en la Cumbre Nacional de Ecoturismo en Áreas Protegidas Toro Toro (Potosí) 2022.

Participan del encuentro, los directores de parques nacionales y áreas protegidas del país, representantes de Movimiento de Integración Gastronómico Alimentario Boliviano (MIGA), Ceci – Canadá, el Viceministerio de Turismo y la Unión Europea, entre otros. En Cochabamba están el Parque Nacional Tunari (PNT), el Parque Nacional Carrasco (PNC) y parte del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Durante la jornada de inauguración, ayer, además de dar a conocer aspectos primordiales en torno a las áreas protegidas, también se instaló una especie de feria en la que se expuso el potencial de Toro Toro. Hubo presentaciones musicales y más.

Los asistentes trabajaron en mesas con temáticas referidas a los impactos positivos y negativos del turismo en las áreas protegidas antes de la pandemia, las perspectivas del turismo como una alternativa para la conservación del medio ambiente y adaptación al cambio climático y las alianzas para la conservación de espacios de biodiversidad y ecosistemas.

La directora ejecutiva de Miga, Leslie Salazar, recordó que el año 2022 se conmemoró el Año Internacional del Ecoturismo, y en Bolivia se inició la discusión sobre qué era. De acuerdo con la definición elaborada en las jornadas nacionales de ecoturismo realizadas ese año, son aquellos viajes a lugares naturales conservados con fines recreativos y de aprendizaje, bajo normas que reduzcan el impacto ambiental y cultural, y que dejen beneficios económicos a la comunidad, y valoricen y recuperen los valores culturales.

“Desde ese momento, muchas cosas han sucedido en el turismo, convirtiéndose en uno de los pilares económicos en nuestro país, con un aporte en 2008 de 802 millones de dólares y un 10.5% de la población económicamente activa trabajando directa o indirectamente en esta industria”.

Acotó que para las áreas protegidas, durante el período 2002 – 2022, el turismo se incrementó de unos 20 mil visitantes a 205 mil en 2018; lo que implica que el flujo turístico se ha multiplicado por 10 veces.

Salazar sostuvo que estos cambios vienen con muchas posibilidades de generar procesos de educación ambiental, involucramiento activo y socioeconómicamente benéfico para las comunidades locales y una mayor apropiación de la sociedad civil, por estos espacios que garantizan la vida.

“Sin embargo, las amenazas también se han incrementado y son las áreas protegidas un bastión para resguardar el clima por su aporte en captura de carbono, una garantía para las fuentes de agua y un resguardo para esa biodiversidad única de la que Bolivia es un guardián fundamental”, enfatizó.

La representante de MIGA remarcó que el turismo en Bolivia requiere ser considerado como una política de Estado y que son las áreas protegidas los mayores atractores de visitantes.

“En consecuencia, hacer frente a las amenazas de turismo desordenado, planificar de acuerdo a los lineamientos, establecer políticas de incentivo para el incremento de beneficio económico son solo una parte del análisis que debemos hacer”, dijo.

INGRESOS

El director ejecutivo del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), Teodoro Mamani, ponderó que en varios parques y áreas protegidas en el país se esté en proceso de ingresar hacia el turismo.

“Estamos empezando a crecer”, dijo y resaltó Toro Toro y Eduardo Avaroa.

Detalló que en el parque Eduardo Abaroa, en agosto se habría recaudado más de 800 mil bolivianos, “en un mes”, recursos que les permitiría construir obras para el sector.

“Ya estamos a otro nivel y con otra proyección; Toro Toro, de igual forma”, manifestó e informó que antes no se pasaba de 50 mil bolivianos en recaudación mensual y que ahora se superarían los 100 mil.

Refiriéndose al Madidi, expresó que será un centro que se fortalecerá de aquí a poco tiempo. Existe el proyecto de Paisaje Madidi, por 15 millones de dólares para 15 años, lo que apunta a recursos estables y sostenibles.

También estima un potencial en el Parque Nacional Carrasco, de Cochabamba.

“El proyecto de Ivirizu está en etapa de construcción”, dijo, respecto a uno de los proyectos más grandes de Latinoamérica.

El director del PNC, Leonardo Gonzales, dijo que el turismo comunitario en esta área protegida se da, sobre todo, en el centro turístico de Cavernas del Repechón, que está en el municipio de Villa Tunari, que registra ingresos que no son altos, porque las visitas no son tan constantes.

“Pero, hay participación de visitantes de Argentina, Estados Unidos. Pero, en estos dos años (por la pandemia) ha bajado la participación de turistas”.

Hay más proyectos para Sajama, Amboró y otras áreas protegidas del país.

“Porque no hay otra opción para tener los recursos para las mismas áreas protegidas”, resaltó Mamani.

Entretanto, el director del Parque Nacional Tunari, Luder Jiménez, expresó que existe ingresos en esta área, pero que serían bajos y resta consolidar más proyectos para garantizar su preservación y captación de recursos.