La peregrinación por oxígeno y medicamentos se ha convertido una rutina constante para las familias de pacientes con coronavirus, cuyos gastos sobrepasan incluso los mil bolivianos diarios y consiguen cilindros que les son enviados desde Santa Cruz.

Cochabamba, en este momento es uno de los departamentos que atraviesa una situación crítica en cuanto al número de contagios y muertes a causa del virus. La tercera ola está marcada por la escasez de insumos médicos, oxígeno, espacios en clínicas y hospitales. En este punto, los cementerios y hornos crematorios tampoco dan abasto.

 

En el hospital Benigno Sánchez de Quillacollo la situación no es distinta. Poco antes del mediodía de este domingo de cuarentena rígida, una mujer desesperada y entre lágrimas ingresaba un cilindro de oxígeno que consiguió de favor y le fue enviado desde Santa Cruz para su esposo.

"Toda mi familia se está movilizando, este es el último (tubo de oxígeno), no sé qué voy a hacer", indicó.

Otra persona, un hombre joven, relata que el hospital le pide entre 4 y 6 botellones de oxígeno cada día, para su madre que se encuentra internada en dicho recinto médico. Cada cilindro le dura solo hasta cuatro horas y debe trasladarse desde Quillacollo hasta la planta de Arbieto para comprar más.

Otra persona cuenta sobre el "gasto fuerte" que se ve obligada a sobrellevar junto con su familia por salvar la vida de su padre que está internado allí.

Según autoridades del Servicio Departamental de Salud (SEDES) informaron que el promedio diario de casos COVID-19 en las últimas semanas fue de alrededor de 750, registrando algunas cifras un tanto más bajas durante los fines de semana.