“Prohibido loteamiento. Terrenos colectivos de Albarrancho en saneamiento. ¡No se haga estafar!”, dice uno de los anuncios que está colgado entre dos postes, en el camino a la laguna Quenamari. En los últimos meses, se ha detectado que más construcciones ilegales están encima del área protegida.

Los representantes del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), la Gobernación de Cochabamba, la Alcaldía y el Concejo Municipal inspeccionaron ayer la laguna y sus alrededores. En el recorrido se observó construcciones al límite del área protegida e incluso algunos vecinos tienen montones de tierra con los que prevén rellenar el área protegida y ampliar sus propiedades. “Hemos visto material en los terrenos de personas particulares y pretenden afectar al espejo de la laguna. Queremos ponernos de acuerdo para resolver este problema. No podemos tapar el sol con un dedo”, indicó el secretario de Desarrollo Sustentable de la Alcaldía, Ramiro Guillén.

Al respecto, el director departamental del INRA, Edwin Almendras, señaló que la inspección pretende evitar asentamientos en la laguna. “No permitiremos loteamientos en lugares que la ley no lo permite. La coordinación es vital para avanzar en este tema”.

Al respecto, el secretario de Justicia de Quenamari, Celso Medrano, dijo que muchas familias se compraron las tierras y que cuentan con derecho propietario. “Aquí (Apuntó a la laguna) había sembradíos de haba, papa y maíz. En este momento, la Alcaldía quiere apropiarse de los terrenos diciendo que son parte de laguna. Hay títulos de antes, ahora no quieren dar papeles de propiedad porque están viendo agua”.

Un manto verde y totorales cubren la laguna de Quenamari. Las construcciones aumentan a su alrededor, también hay actividad agrícola y crianza de animales, principalmente, de vacas. Varios vecinos se dedican a la lechería.

Durante la inspección se observó que las familias contratan camiones para el traslado de tierra. Con un tractor aplanan el material para aumentar la extensión de sus terrenos y de a poco “van comiéndose” la zona protegida. Hay sectores que parecen “mordizcos”, existen construcciones dentro la laguna. En algunos casos son espacios para criar animales y en otros viviendas o murallas. Solo un par de patos nadan en sus aguas, las especies van desapareciendo. “Aún no tenemos el diagnóstico, pero creo que no quedan especies. Las aguas están contaminadas. La laguna está bastante eutrofizada”, manifestó Guillén.

INVASIÓN Almendras ratificó que evidenciaron inmuebles alrededor de la laguna. Manifestó que los técnicos obtuvieron los puntos para realizar una sobreposición a través del geodatabase e identificar cuántos pobladores están invadiendo los límites del área protegida. “Vamos a detectar si los vecinos tienen construcciones dentro de sus terrenos titulados o se habrían avanzado hacia la laguna”.

Añadió que también hallaron terrenos que estuviesen trabajándose como agrícolas, en espacios que no son permitidos.

PROCEDIMIENTO El director del INRA indicó que si los resultados de la evaluación detectan que vecinos invadieron la zona protegida, se les notificará para que respeten la franja y ocupen los espacios que son de su propiedad, de lo contrario activarían los mecanismos legales. “La norma indica que el INRA puede realizar de oficio los procedimientos por delitos como avasallamiento u otros. Esto, si encontramos que vecinos ingresaron a predios no permitidos u ocupan áreas protegidas”.

Señaló que antes pedirá una nueva reunión con las otras tres instituciones que estuvieron en la inspección.

Reuniones

El Secretario de Desarrollo Sustentable del municipio dijo que el arma para lograr acuerdos es el diálogo.

1 Semana

El director departamental del INRA, Edwin Almendras, señaló que los resultados de la “sobreposición” estarán en una semana. Esa evaluación detectará cuántos invadieron la laguna Quenamari.