El Servicio Departamental de Salud (SEDES) confirmó que el Consejo Metropolitano Kanata acordó ayer que se ejecute un rastrillaje de personas con COVID-19 en la metrópoli cochabambina, mientras dure la cuarentena, 12 días.

El director del SEDES, Yercin Mamani, dijo que, para la aplicación de esa medida, las autoridades deben desembolsar recursos que cubran la compra de equipos de bioseguridad que usará el personal de salud que se encargará de buscar a gente contagiada. Además, tienen que proporcionar vehículos o garantizar el transporte.

Esa es solo una de las acciones que contempla el plan de contingencia que se aplicará en la metrópoli durante los días en los que retorne al confinamiento rígido, del 24 de junio al 5 de julio.

No obstante, esta medida y las que faltan por definir, aún no fueron consensuadas por los miembros del Consejo Metropolitano Kanata, que ayer sesionó pero se vio obligado a entrar en cuarto intermedio y dejar pausado el plan de contingencia, debido a la ausencia de autoridades gubernamentales.

Loa alcaldes metropolitanos de Cercado, Sacaba, Colcapirhua, Quillacollo, Vinto, Sipe Sipe y Tiquipaya demandaron la presencia del delegado gubernamental para Cochabamba, el ministro de Trabajo, Óscar Soria, en la reunión que se reanudará este sábado en el coliseo Evo Morales.

En criterio de todos, es necesaria la presencia de los tres niveles de gobierno (municipal, departamental y gubernamental) para aprobar el plan.

SITUACIÓN

De manera paralela, diferentes sectores sociales de Cercado están reunidos en mesas de trabajo este fin de semana para determinar la “modalidad” de la nueva cuarentena. El Decreto Municipal se emitirá el lunes.

Mientras que los municipios que son ajenos a la metrópoli, aún no aceptaron volver al confinamiento. Hubo un encuentro del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) el jueves, pero el ausentismo de alcaldes hizo que la decisión sea postergada para el martes.

La gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, ayer dijo que en el resto del departamento las autoridades “no quieren cuarentena rígida porque los sectores sociales no quieren acatar”.