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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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A SUS PREDIOS ACUDEN TAMBIÉN DEPORTISTAS

Coña Coña, espacio de recreación para familias de la zona

Está cerrada desde hace más de un año, sin embargo, las personas acceden a través de las mallas rotas.
Niños juegan en una orilla de la laguna de Coña Coña.        DICO SOLÍS
Niños juegan en una orilla de la laguna de Coña Coña. DICO SOLÍS
Coña Coña, espacio de recreación para familias de la zona

Juan Mercado, de 37 años, llega hasta la laguna de Coña Coña al menos dos veces a la semana para hacer ejercicio. Aprovecha la pista que existe alrededor del espejo de agua, de unos cuatro kilómetros de extensión, para correr y tratar de mantenerse “en forma”.

Juan, quien vive en el barrio El Sausalito (en el municipio de Colcapirhua), a unas pocas cuadras de la laguna, aprovecha que por las mañanas este sitio está vacío para ir a correr. Algunas veces llega acompañado de su hermano, pero casi siempre lo hace solo, a las siete de la mañana.

Asegura que ese es el único espacio, cerca de su casa, donde puede trotar sin mayores sobresaltos, “porque es tranquilo y hay pocas personas”.

En los últimos meses, los predios de la laguna de Coña Coña se han convertido en un espacio de recreación para los vecinos que viven en sus alrededores e incluso para quienes llegan desde lugares más distantes, a varios kilómetros de esta área verde.

Al igual que Juan Mercado, Miriam Morales, de 24 años, llega hasta la laguna de Coña Coña, pero en su caso para hacer ejercicio en los aparatos que se encuentran en la parte norte de este espacio, a pocos metros de la avenida D´Orbigny.

Miriam asegura que parte de estos aparatos para hacer ejercicios está en medio de matorrales, pero sirven para su propósito, ejercitar sus músculos.

La laguna de Coña Coña está oficialmente cerrada al público, hasta nuevo aviso, por lo que las personas que ingresan a estos predios lo hacen a través de las decenas de agujeros que hay en la malla olímpica que cubre todo el perímetro.

Los fines de semana, incluso se puede observar la presencia de algunas familias, en números reducidos, que llegan a esta área verde para respirar un aire menos contaminado, apreciar las especies de árboles que se mantienen de pie y aprovechan para caminar un poco.

Lidia Mamani, vecina de la zona y sus dos hijos suelen llegar hasta la laguna para “pasear, ver las aves que viven entre las plantas del vaso de agua” y alguna vez comparten una comida.

Lidia señala que prefiere ir con sus hijos a la laguna, porque los parques urbanos del municipio se llenan con mucha gente cuando son abiertos y ella prefiere no arriesgar su salud, más aún que los casos de coronavirus “se han multiplicado”.

En esta época de estiaje, el nivel del agua ha bajado considerablemente, pero aún hay la cantidad suficiente para que aves del lugar y otras migratorias aniden entre los juncos y totorales.

En esta laguna, en el sector norte, existen también juegos mecánicos abandonados, en medio de matorrales, sin uso, y por los que se invirtieron algunos miles de bolivianos.

Elvis Gutiérrez, funcionario de la Alcaldía, confirmó que la gente ingresa a los predios de la laguna de Coña Coña por mallas rotas que algunas personas han hecho a lo largo de los últimos años.

Gutiérrez manifestó que los predios de la laguna se convierten en un espacio de recreación para las familias de la zona, pero el lugar se debe mejorar, trabajo que se va a priorizar en esta gestión.

Señaló que por el momento no se cuenta con el servicio de limpieza del Plane, por lo que se espera la firma de un contrato con esta instancia para que se realice la limpieza correspondiente.

Empero, señaló que eso implica solamente un trabajo de mantenimiento y después se tendrá que ver qué acción se asume a largo plazo para mejorar los predios de la laguna.

“Esta decisión será asumida por el alcalde, una vez que nos reunamos”, manifestó Gutiérrez.

Un ave de colores llamativos descansa en un árbol del lugar.

ANTAKI La laguna de Coña Coña, más conocida por los vecinos de la zona como Antaki por una fábrica que existía en el lado oeste del vaso de agua, está ubicada en el Distrito 4 del municipio de Cochabamba, en el límite con Colcapirhua. Esta laguna está emplazada en una extensión de aproximadamente 25 hectáreas.

El año 2001, la Alcaldía inauguró unos juegos mecánicos que debían convertirse en un centro recreativo al estilo de Disney, sin embargo, este proyecto quedó en el abandono por la dejadez de las autoridades municipales.

En 2017, el entonces alcalde Iván Tellería anunció que tenía en carpeta tres proyectos para revitalizar este espacio natural. Entre las obras que se debían implementar estaban la instalación de una planta de tratamiento, el dragado del vaso de agua y la reforestación del lugar con al menos 2.000 árboles de 16 especies nativas, además de educación ambiental.