Cuando Elisa Estévez tuvo que asumir, de la noche a la mañana, la manutención de su familia, vio en la elaboración de comida saludable una opción para no desfallecer y salir adelante pensando en el bienestar de sus tres hijos.

Esta mujer forma parte de Ricomida, un emprendimiento cuyas asociadas elaboran almuerzo completo saludable y que, actualmente, atiende los sábados a sus “caseros” en un espacio ubicado sobre la Melchor Pérez de Holguín (1.320), entre las avenidas Demetrio Canelas y Casto Rojas.

Este emprendimiento, cuyo objetivo es atender también de lunes a viernes, está abierto los sábados de 10.30 a 13.00 y tiene un menú variado que se publicita durante la semana mediante redes sociales.

En el caso de Elisa Estévez, ella es parte de este emprendimiento desde 2006, año en el que se inició el mismo de la mano del Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI), donde recibieron capacitación y apoyo para elaborar comida nutritiva, de acuerdo con los requerimientos nutricionales que necesita el organismo de una persona.

Estévez señala que ella tenía una tienda de barrio que le permitía obtener ingresos para su familia, pero empezó a pasar dificultades debido a que se estaba separando de su esposo. Entonces, vio en la elaboración de comida saludable una oportunidad para mejorar su situación económica.

“Ha sido una buena oportunidad para trabajar (con Ricomida), apoyándome en mis hijos. Me ayudó muchísimo este emprendimiento. Me sirvió bastante”, puntualiza.

Asegura, por ejemplo, que uno de sus hijos prevé concluir esta gestión la carrera de ingeniería civil y el menor se graduará del colegio.

Rememora que, con la llegada de la pandemia del coronavirus, en marzo de 2020, la venta de los almuerzos disminuyó ostensiblemente, por lo que varias de las afiliadas a Ricomida tuvieron que cerrar, debido a que no podían sostener los alquileres que pagaban.

No obstante, pudieron nuevamente dar impulso a este emprendimiento “gracias” al apoyo de la Fundación Agrecol Andes, y en su caso atiende a sus caseros con repostería, uno que le rinde buenos resultados es el pastel de quinua.

Para los platos que preparan utilizan productos ecológicos que cultivan agricultores urbanos, asentados sobre todo en el norte de Cochabamba, por el parque Tunari, en Tiquipaya y en la zona sur de la ciudad.

Estos agricultores urbanos tienen también un espacio en el patio saludable de la Melchor Pérez los días sábados.

SALUD Y ECONOMÍA

Prudencia Rocha Castellón es otra integrante de Ricomida, quien forma parte de este emprendimiento saludable desde el año 2009.

Afirma que Ricomida se inició con dos objetivos; el primero, que las mujeres tengan una actividad que les permita generar ingresos para sus familias y, segundo, ofrecer comida sana a la población, principalmente lo que se conoce como el completo, almuerzo y segundo.

El objetivo que tienen es que los menús estén equilibrados con proteínas y verduras, entre otros ingredientes. Ofrecen también comida típica como habas pejtu, sopa de maní, falso conejo, mondongo chuquisaqueño, rellenos, pastel de quinua, lechón.

Inicialmente, Ricomida tenía en sus filas a 50 mujeres que eran parte de este emprendimiento, pero el número disminuyó a causa de la pandemia y de las dificultades económicas.

Actualmente, Ricomida tiene 15 afiliadas que preparan alimentos saludables los días sábados en el patio de comida que se encuentra sobre la Melchor Pérez de Holguín. Trabajan tres por turno, de acuerdo a un cronograma establecido por ellas.

Estas mujeres emprendedoras atienden también pensiones familiares en diferentes puntos de Cochabamba; en Colcapirhua, sobre la Capitán Víctor Ustáriz, y en diferentes lugares de Cercado como la Circunvalación (norte), Villa Pagador (sur) y Villavicencio y Thunupa (este).