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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 11:53

Colapsa horno de cremación ante incremento de muertes por COVID-19; hay cinco fallecidos en espera

El horno solo puede atender tres cuerpos por día y el viernes se registró el deceso de seis personas y ayer, nueve. A ello se suman muertes en la calle y en algunas viviendas. La lista de fallecimientos sospechosos aumenta mientras el laboratorio de referencia tiene más de 800 pruebas en espera.
Colapsa horno de cremación ante incremento de muertes por COVID-19; hay cinco fallecidos en espera

El incremento de muertes por coronavirus COVID-19 en Cochabamba derivó en el colapso del horno de cremación del Cementerio General. Hasta ayer habían cinco cuerpos, de personas fallecidas a causa del virus, en espera de atención, según explicó el administrador del cementerio, Benedicto Gonzales.
“Estamos al tope, tenemos programado hasta el lunes. Tarda casi tres horas en cremar, por eso, los tres cuerpos (máxima capacidad) demoran unas nueve horas en total. Si las muertes aumentan a más de cinco por día, el cementerio ya no tiene la cabida”, indicó.
Sobre el punto, el viernes se registraron seis decesos a causa de la COVID-19 en el departamento y ayer se reportaron otros nueve fallecimientos, por lo que los cuerpos deben ser cremados o enterrados a tres metros bajo tierra, lo antes posible. Gonzales explicó que algunos familiares acuden al horno de Sacaba o los entierran en otros cementerios; allí ya no hay espacio.
A eso se sumaron nuevos y alarmantes casos. Ayer, al promediar las 17:00 horas un hombre de aproximadamente 40 años murió en la calle 16 de Julio, presumiblemente buscaba atención médica. El Servicio Departamental de Salud, SEDES, acudió hasta el lugar para tomar muestras y verificar o descartar que se haya tratado de coronavirus. Fue la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, FELCC, que realizó el levantamiento del cadáver para trasladarlo al Instituto de Información Forense, IDIF.
El director del SEDES, Yercin Mamani, informó a OPINIÓN que tratándose de un caso “extrahospitalario” el caso debía ser atendido por el IDIF y que el SEDES ya realizó la toma de muestras.
Este medio también tuvo conocimiento de una llamada telefónica de una persona que reportó la muerte de una adulta mayor en su casa en la zona sur de Cochabamba. Informó que la mujer tenía síntomas de la pandemia y que el abuelo también presentaba problemas.
En el municipio de Sacaba, el horno tiene una capacidad de dos personas por jornada, lo que genera preocupación en la población debido a que las muertes a causa de este virus aumentaron los últimos días. El viernes 8 de junio la cifra ascendía a 55 muertos; sin embargo, hasta ayer, el total subió a 66 (seis en un solo día). Mientras tanto, en Cochabamba, solo están habilitados esos dos hornos para cremar fallecidos por COVID-19.
El panorama se complica más debido a la saturación de laboratorio de referencia para confirmar los casos. Existen más de 800 pruebas en espera, mientras se registran algunos decesos de sospechosos.
A este medio, llegó la alerta de cuatro fallecidos por coronavirus el día viernes, que estaban en la Caja Nacional de Salud. Ante la indagación, la directora, Patricia Azad, y el administrador, Jaime Benítez, del seguro hospitalario se negaron a emitir declaraciones y aseveraron que cualquier entrevista debe hacerse en el mismo centro; a pesar de que las instancias de salud recomiendan mantener el menor contacto posible para evitar la propagación del virus.
Otro de los datos que generó alarma fue el deceso de un paciente sospechoso de COVID-19 en el hospital México, de Sacaba, pese a que no es un centro de referencia de coronavirus. Esta información fue corroborada por el director del hospital Juan Carlos Balderrama.
Ante el colapso, este nosocomio habilitó una sección de triaje para detectar casos positivos de coronavirus, de esa forma, lograron encontrar varios contagiados, a quienes derivaron a los hospitales centinelas de COVID-19.
El viernes, un varón, de más de 70 años, falleció en este centro con sospecha de coronavirus. Por ello, enviaron la prueba correspondiente al laboratorio del SEDES para confirmar el dato. Sin embargo, Balderrama explicó que en esas situaciones se procede como si fuera positivo porque no pueden esperar a que les entreguen el resultado y exponer a otras personas al contagio. La familia decidió enterrar al hombre, a tres metros bajo tierra como aconseja la Organización Mundial de la Salud.
“La gran cantidad de pruebas que llegan al laboratorio de referencia nos impide tener los resultados rápido, como nosotros quisiéramos. Por eso, cuando no tenemos los resultados, obramos como si fuera positivo”, explicó.
Tanto en el cementerio de Cochabamba como en el de Sacaba, se realiza la cremación gratuita solo a aquellos que presenten la documentación que confirme que el fallecido tenía coronavirus. Caso contrario, deben pagar 1.004 bolivianos por el servicio.
Dos personas se encargan de hacer el trabajo, quienes deben estar con todas las medidas de bioseguridad para evitar contagios. En el mismo horno se crema la ropa de los funcionarios, luego ellos pasan a una cámara de desinfección y se limpia todo el lugar con químicos. Ese proceso de hace para cada cuerpo.
El administrador del Cementerio General indicó que, desde la Alcaldía, comenzaron un proceso de compra para adquirir otro horno que será instalado las siguientes semanas con el objetivo de aliviar el arduo trabajo actual.
No se tiene claro dónde permanecen los cuerpos que están a la espera de ser cremados. Gonzales indica que a ellos les llega todo con la documentación correspondiente y proceden a cremar. No tienen un espacio para almacenar cadáveres.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles. En la noche seguimos trabajando”, contó. Además, afirmó que tienen todos los cuidados para evitar contagios en su personal. Hasta el momento no tiene ningún caso.


SALIDAS ALTERNATIVAS
El aumento de casos positivos de COVID-19 es una realidad y, de la mano a este hecho, está el incremento de muertes a causa de este virus. Por ello, han surgido varias voces de especialistas que proponen todo tipo de proyectos que puedan frenar el colapso de todas las instancias que son parte de la atención de contagiados.
Sobre ello, Gonzales presentó un proyecto para convertir unas tierras de la Alcaldía en un cementerio COVID-19. El terrero, que mide una hectárea aproximadamente, está ubicado en el Distrito 8, por la zona de Uspha Uspha.
“Suponiendo que hubiera entre 10 a 15 muertos por día, tendríamos que crear fosas comunes y el único lugar que coincide con lo que dice la ley (enterrar a un kilómetro del Casco Viejo) está en Uspha Uspha”, afirmó.
El proyecto se lanzó el año pasado con un costo de 4.500.000 bolivianos, que incluye el amurallado del terrero, la construcción de una pequeña oficina, bloques y tanques de agua. Según Gonzales, solo necesitan que la Alcaldía destine ese monto para poner en funcionamiento ese sitio.