“Cochabamba no está preparada para fuertes lluvias”, señaló el presidente departamental de la Asociación de Ingenieros Eméritos, Gonzalo Maldonado, tras que Cercado, Colcapirhua y Tiquipaya reportaran inundaciones, desborde de canales y crecida de ríos que puso en alerta a los vecinos, este domingo.

Un hombre perdió la vida tras caer con su vehículo a un canal de agua, que se desbordó tras la intensa lluvia, y ser arrastrado por las aguas, a la altura de la avenida Juan Pablo II y Tadeo Haenke, en Cochabamba. Según vecinos que coadyuvaron en las tareas de rescate, la víctima estaba acompañado de otra persona, pero los grupos de voluntarios y la Policía, no encontró al copiloto, hasta el cierre de edición de este medio de comunicación.

Sobre este caso, el jefe de operaciones del SAR Bolivia, Alexander Antezana, informó anoche que personal de emergencia continuó haciendo la búsqueda del posible ocupante del motorizado, pero no encontraron nada hasta casi las 21:00. Bomberos de la Policía y el grupo Versa también hizo el rastrillaje en la laguna Coña Coña y únicamente pudieron descartar zonas, en ese trabajo conjunto.

Se conoció que la víctima no fue identificada hasta anoche y no se contactaron familiares. Por lo que no se conoce aún la identidad del fallecido y no se pudo establecer si iba acompañado de otra persona en su vehículo.

ALERTAS Casas anegadas, crecida y desborde de ríos y canales se registraron este domingo. Al respecto, Maldonado señaló que faltó planificación y previsiones de las autoridades de la Gobernación y alcaldías. Además, identificó como riesgos las invasiones de las franjas de seguridad y del Parque Tunari; también errores de diseño en algunas obras, carencia de estudios y sistema de drenaje pluvial antiguo en Cercado.

Señaló que otro factor para las inundaciones es el incumplimiento a las normas por parte de los ciudadanos que botan basura y escombros en los afluentes y canales.

“No hemos dormido nada, cada vez que llueve es así porque tenemos miedo a que baje mazamorra”, manifestó un vecino de Tiquipaya que teme revivir la tragedia de 2018 y 2020, cuando se registros muertes y casas afectadas por un aluvión.

El encargado de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía de Tiquipaya, Roberto Campero, informó que al menos tres obras fueron afectadas por las lluvias en ese municipio. Se trata de un disipador y contradiques que permiten detener las aguas y materiales y de ese modo evitar las inundaciones y desastres.

“Estamos monitoreando el río Taquiña. Ha habido dos contradiques destruidos, que fueron construidos por el Ministerio de Medio Ambiente; también el segundo disipador de lagunillas, reconstruido por la Gobernación, fue destruido”, señaló Campero.

Acotó que pedirán al Viceministerio de Defensa Civil, a través de la Gobernación, apoyo para realizar trabajos preventivos en las cuatro cuentas de esa jurisdicción.

Asimismo, el director del Servicio Departamental de Cuencas de la Gobernación, Omar Vargas, señaló que la cuenta Taquiña tiene 13 obras hidráulicas y verificaron las últimas cinco este domingo. “No hubo problemas y están funcionando bien. Hemos tenido contacto con la empresa constructora y vamos a reforzar con algunos diques de piedra”.

En Tiquipaya, se desbordó el río Tolavi y afectó a una granja en Sirpita, donde más de 17 mil pollos murieron ahogados. “Los pollos estaban listos para matarlos y comercializar su carne en los mercados locales”, informó el presidente de la OTB, Jhonny Chura.

Asimismo, unas 14 viviendas anegadas fueron atendidas, con el bombeo de agua, por los funcionarios municipales de Tiquipaya y la Gobernación, informó el responsable de la UGR, Roberto Campero.

En Colcapirhua, el canal de Duralit, en el kilómetro 7 y medio de la avenida Blanco Galindo, se desbordó a consecuencia de la persistente lluvia, informó el director de Desarrollo Productivo de la Alcaldía, Freddy Aguilar.

En ese canal suele registrarse problemas casi todos los años y este domingo anegó viviendas de al menos cinco OTB de la zona, ubicadas al norte de la avenida Blanco Galindo, causando dificultades en al menos 400 familias. Aguilar señaló que se desplazó maquinaria pesada para atender a los afectados y limpiar las vías.

También se reportaron emergencias en Cercado, las zonas más críticas fueron la Tadeo Haenke, el sector de Belén Tokio, final Panamericana, Cerro Blanco, entre otros sectores.

Los vecinos armados de palas, azadones y bolsas con arena salieron de sus hogares para tratar de tapar los lugares por donde se desbordaron las aguas. Pese a los esfuerzos que realizaron, el agua cubrió las vías públicas y llegó a algunas viviendas, especialmente en la zona de la avenida Tadeo Haenke y Juan Pablo II, por donde pasa la torrentera Pintu Mayu. En las avenidas Beijing y Tadeo Haenke también sufrieron el desborde de ese canal.

El jefe de la UGR de la Alcaldía de Cochabamba, Rodrigo Terán, señaló que desplazaron 10 cuadrillas que representa unas 100 personas para atender a las zonas críticas.

EXPERTO El presidente de la Aiseme, Gonzalo Maldonado, señaló que lo sucedido mientras llovía en Cochabamba mostró que la UGR de la Gobernación y las alcaldías no “han previsto técnicamente los riesgos”, pero que probablemente en lo operativo tomaron algunas acciones. Recomendó que se hagan análisis y estudios, y que se trabaje con pronósticos para una respuesta oportuna.

También cuestionó el rol de la ciudadanía que muchas veces no acata la norma y bota sus escombros y basuras en ríos y torrenteras, y que ante la falta de limpieza por parte de las autoridades se convierte en un factor de las inundaciones.

Maldonado sobre la torrentera Pintu Mayu, señaló que hace poco más de ocho meses realizó una inspección y fue hacía unos 500 metros de la avenida Circunvalación, donde todo indicaba un “curso estable y que podía soportar cualquier evento extraordinario”, pero al ir descendiendo se percató que existe un “error de diseño hidráulico”.

“El curso se va alimentado con aguas a lo largo del recorrido del canal, es decir, hay mayor ingreso de agua. Por eso, en la avenida Tadeo Haenke y Beijing se desbordó el agua porque no había la capacidad. En ese caso, no se podría decir que la basura colmató este sector, lo que pasa es que no tiene esa capacidad y eso es un error de diseño (…). Pintu Mayu, hace unos 30 años, hacía escapar a todos, pero en una gestión se logró canalizar, sin embargo, hubo errores de diseño”, enfatizó. 

Sobre la torrentera Taquiña, manifestó que se pueden hacer obras de control para que el “efecto no sea tan grande”; mencionó los disipadores que se fueron construyendo en ese río. Apuntó que, de la avenida Ecológica al norte, este domingo, no hubo grandes problemas, pero que aguas abajo ni con grandes obras hidráulicas se podría controlar en caso de que baje mazamorra.

“Aguas abajo, de la avenida Ecológica a la altura de la torrentera, no debían construirse viviendas. Es un torrente como abanico donde se va depositando todo el material que va arrastrando el curso del agua porque en la parte alta son pendientes mayores y en la parte baja son menores y ahí se deposita, de tal manera que al haber eliminado esas áreas de depósitos el agua busca su cauce natural”, señaló.

Dijo que las autoridades deben realizar estudios con la Dirección de Cuencas para determinar cuál será la solución hidráulica para controlar ese torrente, porque actualmente las acciones realizadas no son suficientes.

Cuestionó también la autorización de construcciones en franjas de seguridad y otras en el Parque Tunari que, en su criterio, han desestabilizado el suelo al hacer caminos y deforestar. “La acción humana es peligrosa; esos factores hacen que esas zonas sigan siendo de riesgo. Todo Tiquipaya debería establecerse como zona de riesgo y eso significa que debería haber una pausa ecológica e impedir construcciones sobre las franjas de seguridad”.

Los vecinos de Tiquipaya, en su mayoría, rechazaron ampliar la franja de seguridad tras la caída del aluvión en 2018 y exigieron la implementación de disipadores y otras obras para evitar otro desastre. Sin embargo, viven atemorizados y se declaran en emergencia y alerta cada vez que llueve y baja caudal por el río Taquiña.

Maldonado dijo que para determinar cuál es la franja de seguridad se debería realizar estudios especializados topográficos, de caudal y tipo de suelo.

Sobre la situación en Cercado, recordó que todos los años hay inundaciones en zonas vulnerables como la final Ayacucho, Panamericana, aeropuerto, entre otros barrios debido a que el sistema de drenaje pluvial es sumamente antiguo.

“Es un tema complejo y costoso. La Alcaldía debería fortalecerse técnicamente, no solo operativamente con logística, para resolver sus problemas”, dijo.

Asimismo, reiteró que la información es importante y que deberían trabajar con especialistas en meteorología e hidrología para realizar diseños de construcción proyectando el futuro para evitar desbordes u otras situaciones.