Opinión Bolivia

  • Diario Digital | lunes, 18 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:41

Cochabamba amanece con más de 3.000 toneladas de basura en calles y casas

A pesar de este adverso panorama, EMSA tiene un plan de contingencia para la recolección de residuos. Las autoridades retomarán el diálogo para buscar una solución al problema.

Cochabamba amanece con más de 3.000 toneladas de basura en calles y casas

En medio de 3.000 toneladas de basura acumuladas alrededor de la ciudad entre domicilios y calles, la gente saldrá hoy lunes a su primer día de reabastecimiento de alimentos en medio de la cuarentena rígida que Cochabamba tiene en vigor por los brotes de coronavirus.

En este panorama, el conflicto del botadero municipal de K’ara K’ara sumó otro capítulo más. Tras las detenciones de tres bloqueadores (que están en La Paz), el operativo del Viceministerio de Seguridad Ciudadana el jueves (con la aprehensión de cinco manifestantes “autoconvocados”) y los enfrentamientos del sábado de bloqueadores contra policías y militares más la retención temporal de 25 trabajadores de la Empresa Municipal de Saneamiento y Aseo (EMSA), la amenaza de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC) de llevar basura a las casas de la gobernadora Esther Soria y el alcalde José María Leyes; autoridades gubernamentales, departamentales y municipales instalaron una mesa de diálogo con los manifestantes, impulsada por la Defensoría del Pueblo de Bolivia.

En la unidad educativa Dionisio Morales estuvieron presentes Soria, Leyes la defensora del Pueblo de Bolivia, Nadia Cruz y el delegado de esa institución en el departamento, Nelson Cox, entre otras autoridades que buscaron poner fin al conflicto de K’ara K’ara, “escuchando las demandas de dicho sector”, como indicaron en su contacto con los medios de comunicación antes de entablar el diálogo.

El encuentro comenzó a las 21:30 y se extendió hasta pasada la medianoche, momento en que Cruz informó que no arribaron a un acuerdo definitivo y que retomarán las conversaciones hoy con lugar y hora por definir.

La Defensora del Pueblo acotó que el viceministro de Régimen Penitenciario e Interior, Javier Issa, y el comandante departamental de la Policía de Cochabamba, Javier Mendoza, indicaron que las condiciones “no estaban dadas” para ingresar hasta el colegio donde las autoridades se encontraron con los “autoconvocados”, que durante un operativo secuestraron a un policía y el sábado y atacaron con dinamita a militares.

“Sin embargo, tanto Issa como Mendoza tienen un compromiso de no intervención, no uso excesivo de la fuerza y esperar que mañana (hoy lunes) podamos definir un lugar y hora para retomar el diálogo con el fin de solucionar este conflicto”, declaró Cruz ante los medios.

La casa de Leyes estuvo custodiada por 30 guardias municipales, mientras que Soria indicó que realizará una demanda internacional con el cargo de atentado contra la salud, tras el pronunciamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Twitter, expresando su repudio a que grupos privados (como la RJC) ejerzan violencia y recomendando que las soluciones partan del diálogo y consenso, en referencia a las detenciones del Ministerio Público.

Tanto la Gobernadora como el Alcalde expresaron que el diálogo “es el mejor camino” para hallar un punto resolutivo que sea definitivo y “darle certezas a la población”.

El botadero ya lleva cerrado más de una semana. Si bien fue posible procesar 250 toneladas de desechos en el relleno sanitario el sábado, aún queda mucho camino por recorrer para retirar los residuos que se han acumulado a lo largo de la ciudad.

“Nuestra capacidad normal, cuando contamos con todos los camiones recolectores, es de un recojo de 250 toneladas por viaje. Al hacer dos desplazamientos, podemos recolectar 500 toneladas. Pero, ahora, tenemos 11 vehículos dañados (cuatro de ellos severamente) y eso reducirá considerablemente el abasto a unas 200 toneladas en total”, aseveró Cristian Cuéllar, gerente de EMSA.

El directivo le dijo a OPINIÓN que a pesar de la gran cantidad de basura y la imposibilidad de contar con el relleno sanitario de K’ara K’ara, el plan es desplazar los camiones recolectores, recoger la mayor cantidad posible de residuos y ubicarlos temporalmente en las instalaciones de la empresa hasta que puedan procesar los desperdicios en el botadero. Es un operativo que ya llevaron adelante en el pasado cuando se presentaron circunstancias parecidas a las de esta coyuntura.

“Tendremos que hacer eso aún con el riesgo de contraer el coronavirus. Esperemos que esta situación pueda ser solucionada lo más pronto posible porque esto genera focos de contaminación e infección en la ciudad”, acotó Cuéllar a tiempo de señalar que tanto su persona como los trabajadores aún sienten miedo por los hechos ocurridos el sábado. "Sufrimos los ataques con piedras en mano de los bloqueadores".