El agua cae a una altura de 50 metros y resbala por las rocas hasta llegar a la poza que se formó en el trayecto de la cascada, que se adentra en el frondoso paisaje de Chilijchi, en Vila Vila. Luego, el torrente desciende —nuevamente — a borbotones otros 100 metros hasta llegar al suelo, para continuar su trayecto por el lecho del río.

Este salto de agua tiene una vista imponente y es una muestra del poder de la naturaleza, que brinda -sin reparos- lugares hermosos para conocer y disfrutar en armonía con el entorno.

Vila Vila es una comunidad que se encuentra en la provincia de Mizque y en “los últimos años” está tomando relevancia por sus monumentos naturales de gran valor científico y por incentivar la visita a sus principales atractivos turísticos.

Las cascadas de la comunidad de Chilijchi, las formaciones rocosas de arenisca roja, denominadas Valle de Marte, y el cementerio de tortugas marinas y cocodrilos, son tres de los destinos imperdibles de esta región, que está a unas cuatro horas de viaje desde la ciudad.

RECORRIDO, PASO A PASO

Se puede llegar a Vila Vila desde Cochabamba por dos rutas diferentes. Ambas recorren algunos pueblos del Valle Alto, que pueden también ser visitados durante el viaje. 

La más corta y más rápida —120 kilómetros y tres horas de viaje—tiene el siguiente recorrido: Cochabamba-Cliza-Toco-Sacabamba- Vila Vila. La mayor parte del camino es asfaltado, aunque los últimos dos tramos son de empedrado y tierra. 

El trayecto alterno y el más utilizado por los visitantes —198 kilómetros y cuatro horas de viaje— es: Cochabamba-Mizque-Tin Tin-Chaguarani-Vila Vila. 

La carretera hasta Mizque está asfaltada (147 kilómetros), el resto del tramo —que es un viaje de una hora y media— es de tierra. 

Diez minutos antes de llegar a Vila Vila, sobre el camino, los visitantes se toparán con el Valle de Marte, formaciones rocosas de arenisca rojiza talladas por el viento. La principal tiene dos pilares de unos cinco metros de alto, que sostienen una plataforma pétrea horizontal. 

A pocos metros de este lugar, hay un desvío que conduce a la comunidad de T´iupampa, donde se encuentra un mega cementerio de fósiles de tortugas marinas y cocodrilos que existieron hace más de 60 millones de años, cuando Mizque era un mar.

El ingreso solo está permitido, previa planificación de la visita con la unidad de Turismo de la alcaldía de Vila Vila (Alfredo Meneces, 75933447), que designará un guía comunitario para que realice el recorrido. 

Al margen de estos dos lugares paleontológicos y arqueológicos, esta localidad mizqueña tiene paisajes y monumentos naturales que pueden ser visita- dos. Uno de los más imponentes, es una cascada de 150 metros de altura, emplazada en la comunidad de Chilijchi.

Para llegar al lugar, se tiene que realizar un viaje de media hora en vehículo desde Vila Vila y 20 minutos de trekking (caminata), con un guía turístico. Esta caída de agua tiene pozas naturales y es ideal para realizar deportes extremos como rápel y otros.

Datos del lugar

• Vila Vila fue fundada el 26 de noviembre de 1941. Su nombre original es “Villa Eufronio Viscarra”. Es la segunda sección de la provincia Mizque, pertenece a la región del Cono Sur de Cochabamba. Limita con los municipios Alalay (norte) y Mizque (este), con la provincia Esteban Arze (noroeste) y con el departamento de Potosí (sudoeste).

• Tiene una extensión de 603 kilómetros cuadrados y es una zona, preponderantemente, montañosa. Su altura promedio de 2.225 m s.n.m.

• El río Mizque atraviesa la parte central del lugar.

• Las ferias semanales se realizan los días domingo y la mayor festividad es del 23 al 25 de septiembre, en honor a la Virgen Mestiza de Sik´imira.  

• Sus principales atractivos turísticos son zonas paleontológicas, arqueológicas, monumentos naturales y diversas costumbres socioculturales.

• Su principal actividad productiva es la agropecuaria (cultivo de papa, oca, trigo, maíz, haba, arveja, maní, entre otros), destinada, en su mayor parte, al consumo interno.

• Esta sección de Mizque cuenta con yacimientos de plomo y zinc, que todavía no son explotados de manera industrial.