Un video que se hizo viral en grupos de WhatsApp, en el que se observa a tres delincuentes que ingresan en una vivienda y sacan por la puerta principal una motocicleta, fue la gota que colmó la paciencia de los vecinos de la zona de Santa Rosa, en el municipio de Colcapirhua, quienes decidieron organizar grupos para salir a patrullar sus calles.

“Armados” con silbatos, linternas y palos, estos voluntarios recorren las calles de sus barrios, por las noches, en bicicletas o motocicletas, y algunas veces en vehículos, para garantizar la seguridad de los vecinos que, en más de una oportunidad, han sido atracados por avezados delincuentes que se movilizan en motos y reducen a sus víctimas blandiendo armas blancas o con armas de fuego en mano.

Una primera medida por la que optaron, por ejemplo, los vecinos de la OTB Santa Rosa Catavi, fue instalar cámaras de vigilancia en sus hogares para monitorear la presencia de personas extrañas en la zona, las 24 horas del día, pero especialmente durante las noches.

Además, los vecinos de Santa Rosa Catavi colgaron en los postes de la zona al menos 16 muñecos como una advertencia para que los delincuentes no se aproximen al lugar y menos intenten cometer “sus fechorías”.

Una vecina de esta OTB aseguró que una vez que revisaron las cámaras confirmaron que los “delincuentes” se pasean por las calles, como por su casa, y eligen a qué vivienda ingresar para robar. Si ven alguna dificultad en alguna de las casas, se dirigen a otra. 

Justamente, una de estas cámaras de vigilancia grabó cómo tres personas ingresan en una vivienda y roban una motocicleta, por la puerta principal, sin que nadie se percate de lo que ocurre. Sucedió a las dos de la madrugada.

A raíz de esta seguidilla de robos y atracos en la zona, los vecinos de Santa Rosa Catavi decidieron acudir a la Alcaldía de Colcapirhua para solicitar ayuda en las tareas de seguridad ciudadana.

El responsable de Seguridad Ciudadana de este municipio, Luis Céspedes, confirmó que mantuvo reuniones con los vecinos de Santa Rosa Catavi y de otros barrios para coordinar acciones conjuntas en la lucha contra la creciente delincuencia.

Céspedes manifestó que la Alcaldía, en coordinación con la Policía, tiene el objetivo de integrar las brigadas vecinales en los diferentes barrios, que estarán conformadas por voluntarios, quienes serán previamente entrenados y debidamente equipados para desempeñar estas funciones.

“Los brigadistas deben adquirir conocimientos para reaccionar frente a una determinada emergencia, vale decir, en el área de primeros auxilios, bombería, defensa personal, seguridad física, en suma, una capacitación integral para que este brigadista sea un punto de referencia en el área de seguridad ciudadana”, señaló Céspedes.

Los voluntarios que desean conformar estas brigadas deben cumplir como únicos requisitos tener más de 18 años y el entusiasmo correspondiente, además de disponibilidad de tiempo para los patrullajes.

Santa Rosa Catavi es la primera OTB que trabaja con la Alcaldía en seguridad ciudadana como un plan piloto y luego está previsto que se integre el barrio Ferroviario Sud.

Céspedes adelantó que se tomará en cuenta en una primera fase a dos OTB de cada uno de los cinco distritos del municipio, para luego extender este plan a todos los barrios del municipio. Por cada brigada habrá como mínimo 10 personas.

En el caso de Santa Rosa Catavi, Céspedes indicó que tras una reunión con los vecinos de esta OTB se determinó realizar patrullajes en el horario de la noche, a partir de las 9 de la noche hasta la una de la madrugada.

Una primera novedad en esta zona, según Céspedes, fue la captura de una persona que intentaba ingresar en una vivienda y se hizo la correspondiente entrega a la Policía.

En caso de que se trate de una situación “leve”, los brigadistas intervienen directamente, reteniendo al sospechoso, pero si es una situación “extrema” deben comunicarse inmediatamente con la unidad de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía para que esta instancia coordine con la Policía Nacional.

Para que los brigadistas puedan ser identificados, la Alcaldía les dotará chalecos y credenciales.

Asimismo, Céspedes informó que el municipio cuenta con un sistema de vigilancia con al menos 33 cámaras del Ojo Vivo, ubicadas en lugares estratégicos, avenidas, rotondas, unidades educativas y hospitales.

PATRULLAJES

Un grupo de al menos 15 personas, cansadas de escuchar casos de asaltos y atracos en inmediaciones de sus barrios, decidieron organizarse en patrullas, hacerse de silbatos y palos, para salir a patrullar por las noches, a partir de las 8 de la noche.

Uno de los voluntarios que colabora con las labores de patrullaje en la zona de Santa Rosa Sud comentó que esta tarea la realizan desde hace dos semanas.

Destacó que son los jóvenes quienes tomaron la iniciativa ante el incremento de casos de atracos y asaltos en la zona, para salir y “cuidarnos”.

El voluntario señaló que los vecinos les colaboran con algunos implementos para que puedan salir por las noches y les invitan comida para sus largas jornadas, además de coca y cigarro para combatir el frío y el sueño.

Por el momento, la única novedad que tuvieron es el desalojo de una plaza a un grupo de personas que bebía, cerca de la conocida como laguna Ceramil.

Otro de los voluntarios explicó que este grupo de jóvenes se encarga de resguardar cuatro OTB, Elfec Cucardas, Lirios, Cochabamba y La Paz, en la zona de Santa Rosa Sud.

Decidieron patrullar las calles de sus barrios porque los delincuentes están asaltando a cualquier hora del día y lo que quieren es que se frene la delincuencia.

En caso de detener a un delincuente, el voluntario advirtió que le darán un escarmiento para que no vuelva más al lugar y después será entregado a la Policía.

Para sus patrullajes utilizan bicicletas, motos y alguna vez una camioneta. Tocan frecuentemente sus silbatos para ahuyentar a los delincuentes.

SANTA ROSA CATAVI

Genoveva Laura, presidenta de la OTB Santa Rosa Catavi manifestó que el mes pasado en este barrio ocurrieron al menos cinco robos a viviendas, por lo que convocaron a una reunión con el fin de organizarse entre ellos, porque se sienten abandonados por la policía que no llega a la zona, y cuando un vecino llama por alguna emergencia, “llegan tarde, cuando todo ha pasado”.

Al margen de esta dificultad, la gente optó, primero, por instalar cámaras de seguridad en las viviendas y después se compró silbatos para que los vecinos alerten cuando observan cualquier movimiento sospechoso.