Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 15:15

Las aulas se abren tras un año de suspensión de clases por la pandemia

El pasado martes, varias unidades educativas de la zona sur de la ciudad.

Inicio de clases semipresenciales en la zona sur de Cochabamba, en marzo. DICO SOLÍS
Inicio de clases semipresenciales en la zona sur de Cochabamba. DICO SOLÍS
Las aulas se abren tras un año de suspensión de clases por la pandemia

El pasado martes, las escuelas cochabambinas volvieron a abrir sus puertas, casi un año después de la suspensión de labores educativas a causa de la pandemia del coronavirus.

Primero retornaron a las aulas los estudiantes del Trópico durante la primera semana de enero por las dificultades para acceder al servicio de internet. Representantes de los padres de familia de Cercado también tomaron esta determinación por el mismo motivo, aunque de forma semipresencial para evitar aglomeraciones.

 

CLAUSURA DEL AÑO
El 2 de agosto de 2020, el Gobierno optó por la clausura del año escolar ante la carencia de programas educativos que permitieran continuar con las clases incluso de forma virtual. La diferencia entre algunos colegios particulares que realizaban las actividades virtuales con regularidad, en muchas escuelas fiscales muchos maestros ni siquiera habían vuelto a contactar con sus estudiantes desde marzo.

Aunque luego, desde la presidencia agregaron que debían continuar las actividades educativas virtuales, aunque la aprobación del 100% de los estudiantes ya era un hecho.

 

CARENCIAS
Las carencias en la educación boliviana, destapadas por la pandemia fueron varias. Además de la imposibilidad de acceder a internet, muchas familias tuvieron que enfrentar la falta de equipos. En muchos hogares solo el padre o madre cuentan con teléfonos móviles y de este equipo dependen hasta cuatro hijos que deben conectarse a las clases virtuales.

En la OTB Alto Mirador, zona sur de Cochabamba, una familia de cuatro hermanos se veía en la necesidad de compartir el celular de la hermana mayor para poder conectarse a la sesión de Zoom de su clase, llegando a gastar incluso 10 bolivianos por día en cada uno de los pequeños.

Muchos fueron los profesores que tuvieron que capacitarse rápidamente en cuanto al uso de computadoras, teléfonos móviles, cámaras de video y manejo de plataformas y aplicaciones para dictar clases virtuales, como Zoom -la más popular.

 

Este lunes, varias unidades educativas se sumaron a la dinámica de las clases semipreseciales en la ciudad de Cochabamba. No pudieron hacerlo hace una semana por falta de agua y otro tipo de dificultades.

Al igual que estos centros de estudio, muchas familias del país demandan por el retorno a las clases presenciales, pues aseguran que la crisis económica causada por la misma pandemia no posibilita la adquisición de más y mejores equipos para las conexión de los estudiantes desde sus hogares.

El retorno a las aulas es causa de alegría para los más pequeños del hogar que vivieron en el encierro desde el pasado 12 de marzo de 2020, fecha en la que se dictó la suspensión de actividades educativas presenciales. Muchos acompañaban a sus padres a sus fuentes de empleo, al no contar con algún responsable que cuide de ellos en sus domicilios.