Confiesa que prefiere ser autodidacta, porque considera que la educación formal le ha fallado. Juan Carlos Flores Reynolds, de 26 años, orureño de nacimiento y con el Carnaval que corre por su sangre, ha perfeccionado el arte de confeccionar trajes de héroes, entre los que él destaca los de Iron Man, Hulk y Batman.

“Soy orureño y me encantan todos los detalles de los disfraces, por todo lo que he visto en mi niñez y juventud, en Carnaval”, puntualiza.

Juan Carlos recuerda que su abuela era una hábil costurera y su abuelo “creaba cosas con chatarra”.

La pasión por este arte nació en él cuando viajó a La Paz para estudiar la carrera de Ingeniería de Sistemas y en esa ciudad se le ocurrió hacer réplicas de los trajes de superhéroes que más se destacan en el mundo del séptimo arte, principalmente los de Marvel.

Esta iniciativa tomó mayor fuerza cuando uno de los docentes les llevó (a él y sus compañeros de clases) a un cine donde conoció a un artesano que confeccionaba trajes, quien, además, le dijo que se podía vivir de este trabajo. De ese primer impulso ya transcurrieron siete años en los que se ha dedicado a perfeccionar la confección de estos llamativos disfraces de superhéroes.

“Hay muy poco apoyo de las empresas y entidades, varias me cerraron las puertas. No podría haber llegado a hacer lo que hago si no fuera por la gente de a pie, que me contrata y apoya”, puntualiza.

Juan Carlos llegó a Cochabamba en busca de una mejor oportunidad en su emprendimiento de fabricar los trajes de superhéroes y porque su hermana mayor ya se había establecido en esta ciudad.

CREATIVIDAD En su pequeño taller trabaja durante horas maratónicas para, primero, inspirarse y diseñar el traje que va a confeccionar y, después, se brinda de lleno a la tarea de ir formando cada detalle del disfraz que realiza.

Explica que, por ejemplo, hizo un Hulk de 2 metros con 10 centímetros y un Iron Man que tenía componentes de robótica, para lo cual tuvo que estudiar mediante tutoriales.

“Tomé dos clases, una de moldes para fibra de vidrio en Oruro y otra de robótica, con lo cual pude actualizarme”, manifiesta.

Para hacer los trajes de héroes que se asemejan bastante a los originales que se muestran en el cine, Juan Carlos utiliza un material que se llama microporoso, similar a la goma eva, pero más resistente.

Para hacer los detalles de la armadura de un traje, el artista somete al calor el material y va dando la forma que requiere, según el diseño que ha elaborado previamente.

Utilizó también fibra de vidrio en varios de sus proyectos, pero resulta más moroso y costoso que los fabricados con microporoso.

Si bien cada traje de los héroes que confecciona tiene sus particularidades, a Juan Carlos le toma como promedio dos meses terminar uno, porque es muy exigente consigo mismo y el trabajo tiene muchos detalles.  

Los trajes más grandes que fabricó sobrepasaban los tres metros, especialmente los de Hulk, el hombre verde que se transforma cuando la ira lo vence.

Asimismo, la demora de meses en la fabricación de un traje se debe a que debe instalar luces, mecánica y robótica en algunos trabajos.

EVENTOS Juan Carlos señala que hasta antes de la pandemia, la confección de estos trajes iba viento en popa para su emergente emprendimiento, porque, además de la hechura de estos disfraces, le contrataban para hacer representaciones en acontecimientos sociales (cumpleaños, sobre todo), con efectos especiales, música y diálogos.

“Lo que convencía a nuevos clientes para que lo contraten era el detalle de los trajes, que eran copias casi fieles a los originales. Me animo a decir que no hay un Hulk en el país, de 2 metros con 10 centímetros con la movilidad que tenía el mío o un Iron Man con soportes de robótica”, añade.

“Me iba tan bien que tenía un equipo de trabajo, con varias personas a mi cargo. Mis trabajadores tuvieron que marcharse a otras ciudades para conseguir empleo”, manifiesta.

No obstante, Juan Carlos no se desalentó por esta dificultad coyuntural y siguió remando para sacar a flote este emprendimiento por el cual dice sentirse muy apasionado.

En la actualidad, estos trajes son adquiridos por coleccionistas que buscan un acabado preciso, con todos los detalles que tienen los originales, para lo cual Juan Carlos prefiere invertir lo que sea necesario, tanto en recursos económicos como en tiempo y creatividad.

OTRO RETO En los últimos meses fue contactado por un joven director de cine de Santa Cruz, quien le planteó el reto de fabricar un nuevo concepto de armadura para una película que se está gestando.

Esta armadura novedosa fue diseñada por un fanático de arte, quien es experto en dibujo e ilustraciones.

Y si bien Juan Carlos sabe que el traje tiene más detalles de los que usualmente realiza para sus trabajos, para él representa un desafío encarar la confección del que le encargaron para una película.

Considera que esta película tiene potencial incluso para convertirse en una serie, de la cual Juan Carlos prefirió no adelantar mucho.

REDES SOCIALES La intención de Juan Carlos es seguir vendiendo estos trajes y prestar el servicio de animación con el objetivo de ahorrar dinero para tener mayor presencia en las redes sociales.

Para dedicarse de lleno a su sueño de las redes sociales, Juan Carlos ya adquirió algunos equipos de filmación, computadoras y otros necesarios para este fin.

Lo importante para él es que se dedica a una actividad que le gusta: confeccionar trajes de héroes. Hasta la fecha calcula que ha hecho al menos 25 trajes grandes.

Su sueño es poder vivir de las redes sociales, como lo hacen muchos otros.

En las últimas semanas lanzó en YouTube una serie de figuras y hace personalización de personajes para TikTok, llegando a casi el millón de vistas.

Haré un canal de YouTube que tenga un montón de cosas como la creación de trajes de personajes, creativos en base a los originales.

“Pretendo hacer contenido en YouTube y TikTok, mi alias de usuario es -> JohnyCrafts”, concluye.