Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:37

HISTORIA DE VIDA

Armando es de día Mickey y de noche duerme en cajeros

Se llama Armando y quedó huérfano a los cuatro años. Presumen que sufre retraso mental, tiene el espíritu de un niño, pero es muy trabajador y querido por la gente.
Armando es de día Mickey y de noche duerme en cajeros. Cortesía
Armando es de día Mickey y de noche duerme en cajeros. Cortesía
Armando es de día Mickey y de noche duerme en cajeros

Hace unos días, un pintoresco Mickey Mouse se pasea por Cochabamba repartiendo, y por montones, sus efusivos abrazos.

Lo hace a cambio de nada. Cuando luce su atuendo, “se siente la persona más realizada del mundo” porque la gente le da cariño.

Debajo de ese reluciente traje de un personaje de Disney está Armando, un joven de 19 años que tiene un espíritu de niño, a causa de un retraso mental que sufre.

Desde que le regalaron ese disfraz, hace un poco más de una semana, “se siente la persona más importante”. Antes, él rentaba una indumentaria similar y cada día gastaba entre 15 y 20 bolivianos.

Todas las ganancias que podía conseguir en su situación de indigente las invertía en su transformación a Mickey Mouse.

HISTORIA Su historia se remite a la calle. Cuando tenía cuatro años de edad lo abandonaron.

Fabiola Arrieta, una persona que es parte de un colectivo que ayuda a Armando, contó que el joven pasó por diferentes hogares de niños de Cochabamba porque casi siempre escapaba y luego volvía, quizá por su condición mental.

Cuando cumplió la mayoría de edad, se quedó sin ese cobijo, como casi todos los refugiados en los albergues, y tuvo que buscarse la vida.

Llegó a la calle con la inocencia de un niño, sin imaginar el contexto de maldad, discriminación, explotación y violencia, incluso de tipo sexual, que le esperaba.

Buscó una morada que lo proteja de las inclemencias del tiempo, al menos por las noches, y la encontró en un cajero, uno que está por inmediaciones del Correo de Cochabamba.

Su historia se conoció gracias a un español que vive cerca de la plaza 4 de Noviembre, justo donde Armando deambulaba en 2020 porque trabajaba ayudando en un kiosco.

Al verlo en una situación tan vulnerable, le daba comida, además de ropa y zapatos. “Todo el vecindario terminó encariñándose con él”.

Pero, como no tiene dónde vivir, otros indigentes le quitaban todo lo que le daban.

Los malos tratos que recibía en su trabajo lo obligaron a dejarlo.

Como el extranjero estaba en contacto con él, supo que Armando tomó la decisión de alquilar un traje de Mickey Mouse cada día y todas sus ganancias las destinaba a pagarlo.

Es así que decidieron comprarle un atuendo de ratón de Disney, con el respaldo de un grupo de amigos. Hace más de una semana se lo entregaron y “no se lo saca”.

Es su prenda más valiosa y la cuida como tal, no quiere que se la quiten como todo lo que tuvo alguna vez. A diario, se la saca a las 19:00 en punto de la noche y la deja en casa de un exmaestro de un hogar en el que estuvo. Se va a acostar al cajero y retorna 12 horas después, ni más ni menos, para recogerlo y volver a lucirlo.

Cuando se lo pone, Armando entra en el personaje y es un auténtico Mickey Mouse. Da la mano a los niños y basta con que le digan “hola Mickey” para que él se sienta realizado.

“Es de las personas que abraza, pero abraza con el corazón”. Sus benefactores le sugirieron que pida monedas a cambio de sacarse fotos con la gente, pero él justifica que su felicidad es que los niños le den cariño.

El grupo de gente que se solidarizó con él lo monitorea y está contactando a payasos para que le enseñen malabares y, a la larga, quizá lo hagan parte de su show.

CURIOSO El joven habla inglés “a la perfección y fluido”. De acuerdo con indagaciones de la gente que lo ayuda, cuando era niño debió ser adoptado por una familia extranjera, pero, como escapaba tanto, desistieron.

Además, este Mickey Mouse valluno “es manfredista a morir”. Cuando ve una caravana política, se mete sin pena a agitar banderas y hacer porras por su candidato favorito a la Alcaldía de Cochabamba, Manfred Reyes Villa.

Sueña con abrir una cuenta y ahorrar, “pero él nunca va a poder reunir nada porque no tiene donde vivir. Todo lo que le regalan se lo quitan otros muchachos de la calle, no se defiende, les tiene miedo”.

PROYECCIÓN En las redes sociales la gente se toma fotos con él y las comparte con el hashtag #RatónArmando. La intención es que más personas se sumen a esta cruzada y lo ayuden a superarse.

Lo más urgente, por ahora, es que consiga un techo donde vivir, no importa si es como cuidador, señaló Fabiola. Agregó que es un chico muy noble, a pesar de que es de la calle, no roba, no se droga y se gana la vida honestamente.

Opiniones.

Fabiola Arrieta 

Conocer la historia de Armando le dio un  sentido diferente a mi vida. A veces me agobio tanto con problemas pequeños y él me enseño que, aunque la vida te golpee de la peor manera, siempre hay una sonrisa y ganas de luchar. 

Es un joven con la inocencia de un niño, que siempre está con una sonrisa y dispuesto a dar ese abrazo tan tierno y sincero. Armando me enseñó que aunque la vida te trate mal, no debemos dejar de soñar y amar al prójimo.

Javier Villa

Hace poco, mientras revisaba mis redes sociales, entre tantas publicaciones de política memes y otros, me encontré con una historia de un joven que para ganarse el dinero del día se alquilaba un traje de Mickey Mouse. Casualmente esa historia fue compartida por un amigo que realiza música callejera, se conocieron en ese ambiente.

Al saber de esa historia, imaginé por lo que estaba pasando este joven, la historia llegó a mi corazón y me dieron muchas ganas de echarle una mano.

Así que de inmediato me puse un objetivo: comprarle un traje.

Javier Navas

Conocimos a Armando huyendo del frío, del hambre y de la soledad de la calle. Aunque no pudimos alojarle en casa, debido a las restricciones del lugar donde vivía, le preveimos de lo necesario para el día a día. Armando es un joven dulce, amable, entusiasta e inocente. Es todo sencillez y cariño. Él quedó abandonado en una familia rota y fue a parar a orfanatos, donde recibió el peor de los tratos posibles.

Armando es una víctima de una sociedad con muchas carencias y merece y necesita nuestra ayuda. Básicamente comida y alojamiento.Todo el que quiera ayudarle hará una labor absolutamente decisiva en la vida de un joven inocente y alegre que merece una oportunidad.