Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:06

Los árboles más longevos de la Llajta están en cinco municipios

La mayoría son chillijchis, uno tiene cerca de 400 años. Experto sugiere declararlos patrimonio. La municipalidad prevé un inventario de especies.

El jacarandá de más de 170 años que está en la acera de la calle Antonio Salinas, al norte de Cochabamba. NOÉ PORTUGAL
El jacarandá de más de 170 años que está en la acera de la calle Antonio Salinas, al norte de Cochabamba. NOÉ PORTUGAL
Los árboles más longevos de la Llajta están en cinco municipios

Las raíces de un chillijchi que bordea los 400 años de vida están sujetas a tierra punateña. Ese municipio y otros cuatro más guardan celosamente a los árboles más longevos del departamento.

Si bien Cochabamba no tiene un inventario de árboles veteranos, el único arborista cochabambino de Bolivia certificado por la Sociedad Internacional de Arboricultura (ISA, por sus siglas en inglés), Mario Vagner Jaldín, mencionó que hay al menos siete que son emblemáticos por tener más de un siglo de vida.

Estos siete árboles, que en su mayoría son chillijchis, crecieron en lugares públicos y privados de los municipios de Punata, Cercado, Quillacollo, Tiquipaya y Vinto.

Unos están en comunidades rurales, otros sobre aceras e, incluso, al interior de viviendas, como la de Gonzalo Hermosa, miembro de la agrupación folclórica Kjarkas.

El más longevo de todos es un chillijchi que tiene aproximadamente 360 años, de acuerdo con una estimación del arborista de ISA. Creció en la comunidad Santa Ana (Punata) y es conocido como el Gigante del Valle.

Otro ejemplar añejo está en Cercado, por inmediaciones de la Estación Policial Integral (EPI) del Norte, sobre la calle Antonio Salinas. Se trata de un jacarandá de más de 170 años que está en la acera. Este árbol jamás recibió un desmoche (remoción de sus ramas superiores) y esto le permitió alcanzar una altura de más de 20 metros.

Cercado, además, es sede de otros dos árboles octogenarios: unos cipreses que crecieron en el Palacio Portales (avenida Potosí) y una araucaria de dos siglos de vida, que está en los jardines de un centro de eventos próximo a las faldas del cerro San Pedro.

Quillacollo conserva un “machu molle” en su plaza de papas que, fácilmente, supera los 100 años de vida.

Tiquipaya también tiene un chillijchi veterano, conocido como “el árbol de mi destino”. Según el arborista, creció en la propiedad de Gonzalo Hermosa, de los Kjarkas, por inmediaciones de Chilimarca.

La hacienda Albina Patiño de Vinto tiene esa misma especie de árboles y su antigüedad es similar.

SITUACIÓN

El experto Mario Vagner Jaldín lamentó que casi ninguno de estos árboles añejos reciba el cuidado necesario. Si bien, mientras más años tiene una especie, menos intervenciones se debe realizar, sugirió un monitoreo para evitar la compactación del suelo debajo de la copa.

Instó, además, a que estos árboles sean declarados patrimoniales, debido a que “son la herencia viviente que dejaron nuestros antepasados, el patrimonio arbóreo y natural de los cochabambinos y la humanidad”.

CENSO

El gerente de la Empresa Municipal de Áreas Verdes y Recreación Alternativa (Emavra), Milton Copa, dijo que están trabajando en un inventario de árboles en Cochabamba.

Ese documento, según sus estimaciones, estará listo en un mes y no solo incluirá a las especies más longevas, sino también a aquellas que están en riesgo de extinción.