Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 11:15

LA GOBERNACIÓN EMITIRÁ UN INFORME

La Angostura sufre avasallamiento y contaminación

Aguas residuales desembocan en la represa. Casas privadas y negocios incumplen la normativa ambiental.
La Angostura sufre avasallamiento y contaminación

Alcantarillados que desembocan al vaso de agua, hoteles y restaurantes sin licencia ambiental o con inadecuados sistemas de manejo de residuos, avasallamiento de la franja de seguridad, lancheros que contaminan el agua con combustibles y hasta pesca ilegal son las amenazas a las que está expuesta la represa de La Angostura, verificadas en una inspección realizada ayer.

Ante la denuncia de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riego Nº  1 de La Angostura (AUSNR), una comisión conjunta de la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación, de la Asamblea Legislativa, Brigada Parlamentaria, regantes y de la Alcaldía de Arbieto hizo un recorrido en el que se evidenció el daño ambiental producto de actividades económicas y los avances o loteamientos en la franja de seguridad.

Entre los restaurantes ubicados a un lado de la carretera a Tarata, uno recibió una notificación porque la basura estaba apilada en gangochos al aire libre y junto a desperdicios tirados en el suelo, que el dueño justificó diciendo que era la comida del perro.

Al lado, el gerente de un hotel aseguró tener licencia ambiental y también una planta de tratamiento de aguas residuales, pero no pudo justificar el movimiento de tierra para rellenar un espacio de casi siete metros sobre la franja de seguridad de la presa.

El restaurante vecino no tiene licencia ambiental y no se presentó a regularizar su situación, pese a que fue notificado. Si bien mostró tener pozo séptico, no pudo demostrar que los restos no contaminan el agua. El secretario de la Madre Tierra, Alan Lisperguer, informó que se le iniciará un proceso administrativo por haber empezado a operar sin licencia. Al igual que su vecino, rellenó una plataforma sobre la franja de la presa y al ser cuestionado sobre esa acción, dijo no saber hasta dónde llega su derecho propietario.

En el restaurante contiguo, la propietaria se negó a atender a la comisión. Después admitió que su alcantarilla tiene conexión con la presa. Además, avasalló con una gradería al menos 25 metros de la franja de seguridad. Tampoco tiene licencia ambiental.

En la propiedad colindante se evidenció movimiento de tierra para construir hasta la orilla de la presa y la dueña se limitó a argumentar que tiene cinco hijos. Lisperguer anunció un proceso administrativo y quizás penal.

Las viviendas que no tienen actividad comercial también contaminan. La disposición de sus residuos es inadecuada, hay algunas que tienen cámaras sépticas que no están impermeabilizadas y, por tanto, contaminan el agua del subsuelo por filtración.

Otro propietario construyó un largo muelle desde su patio hasta al menos 10 metros dentro de la represa. Otras casas cercanas tienen basura abandonada a un lado del sendero de ingreso y una organización religiosa derribó árboles y rellena varios metros sobre la franja de seguridad. En todas, la gente a cargo argüía no saber nada y que  los dueños están fuera.

Omar Vargas, director de Medioambiente de la Gobernación, explicó que, aún si los negocios tienen licencia ambiental, no están exentos de compromisos ambientales, como la aplicación de medidas de mitigación del impacto de sus actividades.

Todos los propietarios cuestionados manifestaron que tenían un contrato con una empresa especializada para la extracción de residuos de sus pozos sépticos, pero ninguno lo demostró y no se pudo verificar que no desemboquen en la presa. Tampoco mostraron un plan de manejo de residuos sólidos.

También se encontró a tres pescadores, pese a que un letrero señala que la veda es hasta el 20 de marzo.

Lisperguer señaló que los datos recogidos serán cotejados con información satelital para determinar en qué medida se vulneró la cota 2.712 que delimita el área de protección del vaso de agua.

Víctor Encinas, presidente de la OTB Angostura, y el director jurídico de la Alcaldía de Arbieto, Martín Aguilar, pidieron controlar también los afluentes porque los municipios circundantes botan basura al río y termina en la represa por arrastre.

El embalse fue construido hace casi 75 años específicamente para riego.

Lancheros La Alcaldía de Arbieto trabaja en una ley para regular a los lancheros. Los regantes denuncian que echan gasolina, diesel y otros productos al agua.