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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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TARATA

Alfareros de Carreño moldean la arcilla a campo abierto

Utilizan técnicas tradicionales con la fuerza de sus pies y la habilidad de sus manos.
Gilbert Godoy le da fuerza al torno y moldea el barro.             DICO SOLÍS
Gilbert Godoy le da fuerza al torno y moldea el barro. DICO SOLÍS
Alfareros de Carreño moldean la arcilla a campo abierto

La casa de la familia Godoy es un taller abierto, que complace la vista de quienes transitan por la carretera que pasa por Tarata y va hacia Anzaldo.

En la zona de Carreño, como en otros sectores de Tarata, en la región Valles de Cochabamba, decenas de personas se dedican a la alfarería.

Los alfareros moldean con sus manos artesanías y elementos de uso en diferentes hogares, como platos, alcancías, macetas y muchos otros.

La arcilla o barro se obtiene en la misma región, donde existen una especie de canteras.

Gilbert Godoy es uno de ellos.

Su técnica tradicional requiere del impulso de sus pies para girar la rueda que le da movimiento a la arcilla, la materia prima, para, con sus manos humedecidas en agua ir formando distintos objetos, que va cortando finamente con un hilo.

Trabaja bajo el sol del valle, en el patio de su casa sin muro perimetral, a un lado de la carretera asfaltada.

El campo abierto es su taller, ahí mismo seca la cerámica, que reposa en un cuarto acondicionado para esa función. El horno de barro, donde cuecen vasijas y otros objetos, también está en el patio.

Godoy describe que le dedica gran parte de la jornada a la fabricación de platos y otros objetos.

Su principal mercado es la ciudad de Cochabamba, donde entrega la docena de platos a 25 bolivianos.

“Es costoso hacer”, dice. Recuerda que aprendió el oficio siendo ya adulto.

Su lugar de trabajo es su propia casa, donde también pasa tiempo con su esposa y sus hijos.

En zonas como Vilaque y Huayculi existen alfareros que trabajan de una manera similar, en sus propias casas, algunas cerradas, donde la existencia de algunos hilos de humo de los hornos son el aviso de que ahí hay gente dándole forma a la arcilla.

Aunque tienen mercados donde llevan sus productos, los visitantes también pueden adquirirlos de manera directa en las casas de los artesanos.

La señalética vertical en la carretera también anuncia que se trata de una zona de fabricación de artesanía.