Carlos (nombre cambiado) recuerda el inicio de su vida sexual con anécdotas que hoy le causan gracia por la verguenza que sentía en ese entonces al momento de comprar preservativos. Sin embargo, fueron instantes que lo marcaron para siempre, ya que en medio de su pudor, no se protegió y hoy, seis años después, vive con VIH.

“Yo era un romántico soñador, inexperto, y ella era mayor que yo y ya había tenido otras parejas, a diferencia de mí que era mi primera vez con novia. Yo tenía la mala suerte de tener una madre tan popular en el barrio que todos los chismes le llegaban al tiro. Entonces, imagínate, yo no podía ir a la farmacia a comprar condones porque yo reo que antes de usarlos ya se lo iban a contar a mi mamá. Entonces para comprar esas cosas yo tenía que caminar lejos hasta otros barrios, hasta que en ocasiones ya no buscaba. Yo quedé muy confiado de mi pareja”, relata Carlos.

Su temor más grande a los 15 años era el de un embarazo no deseado. Jamás consideró alguna infección o enfermedad entre sus posibilidades, a pesar de saber que su novia en ese entonces sí tuvo anteriores parejas y que incluso uno de sus exnovios le había sido infiel.

La primera relación amorosa de Carlos duró poco más de dos años. Cuando se graduaron del colegio ambos tomaron rumbos distintos.

Fue medio año después, al cumplir 18, que este joven supo que era portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), en medio de una emergencia médica familiar en la que se le pidió donar sangre.

“Cuando recibí la noticia me quedé mudo y sordo. Estaba junto a mi madre y solo veía que movía la boca para hablarme, pero yo no podía escuchar. Yo pensaba que el VIH estaba detrás de mí e iba a morir ese momento”, lamenta.

PREJUICIOS

La realidad de Carlos es la de muchos adolescentes que contraen el VIH en sus primeras experiencias sexuales, en Cochabamba y en el país.

El responsable del Programa VIH del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Freddy Zambrana, califica la situación de “paradójica” debido al masivo acceso a información con el que la población cuenta. “Sin embargo, las cifras de contagios muestran que hay mala información y desorientación”.

En el caso de Carlos, reconoce que debió “ser más cauto”, pero lamenta que el hecho de sentirse avergonzado por comprar preservativos haya causado que no los adquiera.

“Creo que es algo que no cambia, el entrar a una farmacia y sentir las miradas indignadas cuando pides condones”, señala, entre risas.

Aunque aprendió a vivir con el virus, asegura que nunca deja de desear “que las cosas hubieran sido distintas”.

JÓVENES

Hay cada vez más jóvenes con VIH en el departamento de Cochabamba, muchos de ellos incluso en etapa colegial.

Los casos de VIH identificados durante la gestión 2022 en el departamento son 636, de los cuales un 5% son pacientes que tienen entre 0 y 15 años.

El 51% de los casos identificados el mismo año son personas de entre 16 y 30 años, considerando que muchos jóvenes se gradúan del colegio entre los 17 y 19 en el país.

Ambos grupos suman un total de 61%; cifras que, según Zambrana, sorprenden y hacen un llamado a la reflexión acerca de la educación sexual bien orientada que se debe impartir para este grupo etario.

MUJERES

El año 2022 dejó un 66% de casos de VIH/SIDA detectados en hombres y un 24% en mujeres.

Aunque las transmisiones del virus son más bajas en mujeres, Zambrana afirma que el perjuicio en la labor de madres de varias de ellas es “terrible”, sobre todo porque están privadas de dar de lactar a sus bebés, cuando estas desean concebir.

“Si bien pueden tener hijos, no pueden alimentarlos. Y muchas veces la afectación psicológica es terrible para ellas, eso sin mencionar la nutrición que necesitan los bebés”, afirma.

VÍA SEXUAL

Los registros de nuevos casos de VIH detectados la anterior gestión dan cuenta que al menos el 98% de los pacientes contrajeron el virus por vía sexual.

El 2% restante de los nuevos casos registrados son pacientes que adquirieron la enfermedad por vía perinatal, de parte de madres que no sabían o no pudieron acceder a tiempo a una prueba de laboratorio.

ETAPA

El 89% de los casos detectados la última gestión son pacientes que se encuentran en la etapa del VIH y que no muestran ninguna complicación mayor en su estado de salud. 

“Esto demuestra que la detección ha mejorado bastante y que estas personas tienen mayores oportunidades de acceder a los tratamientos en etapas que no son críticas y llevar una vida normal”, explica Zambrana.

Un 7% de los nuevos pacientes se encuentran en la etapa de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), que corresponde a una fase mucho más avanzada después del VIH, sobre todo en pacientes que no acceden a la terapia antirretroviral de manera temprana u oportuna.

Sin embargo, cerca de un 3% de los casos detectados se trata de pacientes que fallecieron debido a complicaciones severas.

PREVENCIÓN

Zambrana reitera que la educación sexual es parte fundamental para que la prevención sea más efectiva, dado que la población joven es cada vez más afectada.

La representante de las Mujeres Trabajadoras Sexuales Independientes (MTS), Eva Flores, afirma que, debido a los efectos económicos negativos de la pandemia de la COVID-19, muchas estudiantes jóvenes y trabajadoras del hogar migraron al “rubro nocturno” y “varias de ellas no saben cuidarse, ni usar preservativos”.

“Es un riesgo enorme porque no solo ponen en peligro sus vidas, sino de toda la población”, asegura.