Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 17:14

ADVIERTE LA PSICÓLOGA ISABEL MARISCAL GONZALES

“Exceso de tareas en clases virtuales provoca ansiedad y trastornos de sueño en algunos niños”

Algunas señales que muestran los estudiantes cuando sufren problemas son que se empiezan a morder las uñas sin motivo, se chupan la polera, no comen bien, se quieren sacar los cabellos, lloran y se irritan fácilmente.

Una niña pasa clases virtuales en su hogar. ARCHIVO
Una niña pasa clases virtuales en su hogar. ARCHIVO
“Exceso de tareas en clases virtuales provoca ansiedad y trastornos de sueño en algunos niños”

Isabel Gutiérrez, de 7 años, cambió su comportamiento de la noche a la mañana. De pronto, según su padre Daniel, la niña empezó a comportarse de forma torpe, levantando la voz y sin ánimos de pasar sus clases virtuales, menos de realizar las tareas que dejaba la profesora.

Al igual que sucede con Isabel, a muchos otros niños les está costando adaptarse a las clases virtuales, lo que les provoca ansiedad. Empero, los efectos de las clases virtuales se notan también en los maestros y en los padres.

“El primer efecto que se está viendo en los niños, que daña su salud mental, es la resistencia que tienen a pasar clases, debido a que las explicaciones virtuales de los profesores no son muy claras, a veces, o los estudiantes no terminan de comprender por diferentes motivos, ya sea el tono de voz del maestro o su volumen, lo que afecta su capacidad de comprensión”, advierte la psicóloga Cinthia Isabel Mariscal Gonzales.

La magíster agrega que el exceso de tareas que les dejan para completar provoca en los niños resistencia incluso a pasar clases, lo que los desmotiva y, por ende, bajan su rendimiento.

En cuanto a los mejores estudiantes, aquellos que estaban acostumbrados a tener buenas calificaciones, empiezan a tener elevados niveles de ansiedad al no poder conseguir su promedio normal de entre 90 y 100, por el exceso de tareas.

“Esta ansiedad provoca en los niños trastornos en su sueño y trastornos alimenticios, entre otros”, asegura la psicóloga que trabaja en el Policlínico de Atención Integral en Salud de Especialidades (PAISE) de la Caja Nacional de Salud.

Respecto a los padres, Mariscal asegura que ellos también están teniendo serias alteraciones en su cotidiano vivir, porque al llegar de su trabajo se encuentran sobrecargados con las tareas de sus hijos.

De hecho, el padre llega a su hogar con agotamiento físico y mental y cuando debe ayudar a su hijo lo hace mediante regaños, lo que provoca en los niños resistencia a hacer las tareas porque lo ven como un castigo.

“En cuanto a los profesores, estos no se percatan, muchas veces, si todos los estudiantes están atendiendo las clases, porque no pueden controlar a tantos niños”, manifiesta la psicóloga.

“Entre las recomendaciones, a los profesores se puede pedir que optimicen el proceso de enseñanza con calidad y no con cantidad”.

Los niños, al tener exceso de tarea, duermen tarde y al día siguiente despiertan desmotivados.

Entre algunas señales que muestran los niños cuando tienen problemas se pueden mencionar que se empiezan a morder las uñas sin motivo, cuando no entienden una tarea, se chupan la polera o una esquina de la chompa, no comen bien y su sueño es irregular, se quieren sacar los cabellos, lloran y se irritan fácilmente.

Estas deberían ser alertas para que los padres se den cuenta de que algo está molestando a sus hijos. En esos casos, deberían consultar con un especialista para ver cómo deben encarar esta situación.